codicia

De las costumbres más antiguas de los pueblos parece surgir hoy una advertencia […]: que al recibir lo que la naturaleza nos ofrece […] evitemos el gesto de codicia. Dado que no podemos regalarle nada nuestro a la madre tierra. Por lo tanto, conviene que mostremos reverencia al tomar, devolviéndole a la madre tierra una parte de lo que recibimos antes de apoderarnos de aquello que nos corresponde. Una reverencia que nos habla desde la vieja costumbre de la libación.

Calle de dirección única

Obras IV, 1, p. 40.

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