mirón

No confundamos al flâneur con el mirón: [...] el flâneur... está siempre en [...] posesión de su individualidad, mientras la del mirón desaparece, al contrario, al quedar absorbida por el mundo exterior [...] que lo hace exaltarse, embriagado, hasta el éxtasis. Bajo la presión del espectáculo el mirón se hace un ser impersonal; ya no es un hombre: es público, es decir, muchedumbre.

Obra de los pasajes

Victor Fournel. Ce qu’on voit dans les rues de Paris, París 1858, p. 263. Cit. en Obra de los pasajes, M 6, 5

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