Genoma Poético

Genoma Poético nace de la palabra común, del nombrar. Nace desde la intención de hacer público el disfrute de la escritura como ejercicio colectivo y como juego poético. Quino Romero, diseñador gráfico y creativo, y Carlos G. Torrico, psicólogo y formador, son los ideólogos de este laboratorio literario e itinerante. Ambos estuvieron en el Círculo para participar en la muestra de editoriales artesanales enmarcada en las actividades paralelas de la Lectura del Quijote. Coincidiendo con su paso por aquí, aprovechamos para entrevistarles. Y aquí está el resultado:

Decía José Ángel Valente que “empieza la palabra poética en el punto o límite extremo en el que se hace imposible decir”. Y añadía: “Es necesario llegar al borde, al precipicio donde comienza lo imposible”. ¿Con qué intención surge Genoma Poético?

La intención es borrosa, son en realidad muchas y se van solapando unas con otras. De entre las más claras, mostrar otras formas de hacer en los procesos de escritura, el trabajo colaborativo, la experimentación, las vanguardias, el juego o la creatividad. Si el gen poético está presente en todos nosotros, vamos a disfrutarlo y a aprender de ello. Nuestro propósito es compartir lo que tiene de bueno escribir poesía. Y sumar además lo que tiene de bueno escribirla con otras personas como un modo diferente de divertirse, alejado de las fórmulas que nos ofrece la sociedad del espectáculo en la que vivimos.

Nos encanta Valente, estamos de acuerdo en que en los límites es donde se cuece lo bueno en general. Pero la poesía se crea de muchas maneras y la palabra poética nace de la palabra común y del nombrar. Aunque jugamos con los límites y los imposibles, Genoma Poético es más de monte y de placita que de bordes y precipicios. Esos ya vienen solos y poco tienen que ver con la poesía, o sí…

Según el diccionario, genoma es una “secuencia de nucleótidos que constituye el ADN de un individuo o de una especie”. ¿Cómo definiríais el ADN poético?

El proceso denominado Acción De Nombrar (abreviado como ADN) recoge instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de todos los textos vivos, posibles y conocidos. Es el responsable de la creación, la transmisión cultural y el almacenamiento de información. Muchas veces es comparado con un grito, una proclama o un llanto, ya que contiene las instrucciones necesarias para construir otros elementos de la vida, como las emociones o los sentimientos. El ADN poético lo integran las estructuras del lenguaje de cada uno de nosotros. Son una serie de fórmulas a las que se suman componentes de nuestra historia, expresiones y maneras que se pueden acoplar con las de otras personas, tal y como sucede con la transmisión y la combinación de la información genética. Podemos combinar estilos de expresión, maneras de sentir y memorias que nos conforman, y crear algo nuevo y postidentitario: un extrañamiento colectivo de nuestro ego, siempre en marcha.

Quino (Romero) y Carlos (G. Torrico) sois los ideólogos de Genoma Poético. ¿Podéis hablarnos un poco de vuestra formación? ¿Cómo os conocisteis y cómo gestáis Genoma?

Carlos G. Torrico: Psicólogo (ePsicologia) y formador, además de aficionado a la escritura (nanopoética).

Quino Romero: Diseñador gráfico y creativo (acorazado). Licenciado en Filosofía.

Nos conocemos desde 2005, entonces formábamos parte de libreconfiguracion.org, una asociación cultural que realizaba un fanzine digital y eventos de diferente índole, donde siempre estaba presente la poesía. Cuando cesó la actividad de la asociación, en 2012, nos juntamos de nuevo. Para salir del hastío generalizado de la crisis, creamos el poemario conjunto 20 poemas a medias, en un enrevesado proceso de idas y venidas a lo Deleuze-Guattari. Luego fue cuando quisimos compartir experiencias de escritura conjunta como esa. La analogía entre poesía y genética encajaba bien con lo que hacíamos. Todo tan procedimental y popular a la vez, como que cualquier poeta es persona y viceversa. Y, claro, mediante la fusión del gen poético de cada uno con el resto, la cosa adquiere una riqueza y un volumen considerables. Una de las intenciones es, sin entrar a valorar el papel de la creación personal, ensalzar las virtudes del trabajo colectivo.

En vuestra web os definís como un laboratorio de creación experimental que fomenta el uso social de la poesía a través de procesos y herramientas inspirados en las vanguardias. Me gustaría que nos explicarais en qué consisten esos procesos y esas herramientas.

De cada vanguardia o movimiento artístico extraemos unas metodologías de trabajo, paradigmas principales, técnicas y herramientas de sus autores más significativos. Es lo que llamamos procesos infalibles, que permiten superar los bloqueos creativos mediante la escritura no-creativa. A través de ejercicios o juegos, se trabaja en grupo o individualmente. Por ejemplo, inspirándonos en el dadaísmo, podemos realizar un collage colectivo, una baraja, unos poemas, una acción…

En una entrevista en Melettea, hablabais de la ausencia de utilidad en Genoma Poético. Desde mi conocimiento del proyecto, supongo que Genoma no nace desde la intención de ser algo útil pero sí que creo que debe ser muy valioso para las personas que participan en él. ¿Qué feedback soléis recibir de los participantes en vuestras actividades?

Por supuesto, las utilidades, usos y beneficios son indudables y variados, desde lo personal a lo profesional. El trabajo en Genoma tiene que ver con la diversión y la sensación de superar trabas y límites que nos ponemos a nivel creativo: toda esa serie de creencias negativas sobre si somos o no creativos saltan por los aires en una sesión de trabajo. Eso suele ser muy agradable para las personas y conforma una experiencia positiva de aprendizaje que genera confianza.

¿Dónde desarrolláis vuestros proyectos colaborativos y qué tipo de público puede participar?

Este año hemos estado en La Ingobernable y en Teamlabs, todos los viernes con #LetraLAB. Antes trabajábamos en espacios de alquiler o locales comerciales, y también en bibliotecas de la Comunidad. Se trata de una actividad abierta a todo el que desee asistir.

Centrándonos en vuestro proyecto Levantarse (un futuro catálogo de arte multidisciplinar), su título implica un estado anterior yacente, horizontal. ¿Tenéis localizado cuál es para vosotros ese lugar anterior del que deseáis levantaros? ¿Podéis hablarnos de él? ¿Qué esperáis obtener de Levantarse?

Más que en un estado yacente previo, nos centramos en un deseo de cambiar de postura. Los orígenes de Levantarse se remontan a un proyecto personal de Quino, que se encontraba olvidado en una carpeta, hasta que una amiga de Barcelona nos invitó a participar en un concurso editorial. Ese fue el primer detonante. El segundo, un correo de felicitación de año nuevo de otra amiga con un poema titulado Levantarse. Estaba claro…

Queremos que Levantarse sea multidisciplinar, de ahí que hagamos hincapié en que el formato digital es compatible con cualquier tipo de archivo, gracias a los códigos QR. Nuestra intención es que el ejemplar publicado tenga cierto volumen, por lo que estamos tratando de llegar al mayor número posible de personas. Levantarse es una convocatoria colectiva e interdisciplinar que pretende ser un catálogo de arte donde albergar un gran número de artistas y obras relacionadas de alguna manera con el motivo de la publicación, que es la idea de levantarse. Más información en genomapoetico.com.

En relación con este movimiento hacia la verticalidad, he encontrado esta cita de Nicanor Parra: en su opinión, poesía era “todo lo que se mueve”. El resto, para él, era prosa. ¿Estáis de acuerdo?

No del todo, aunque entendemos a lo que se refiere. También poesía podría ser lo que provoca movimiento. La prosa puede ser poética y Parra es el maestro de la poesía de lo prosaico y de lo antipoético, como atestigua su famosa frase: “Todo es poesía menos la poesía”.

En vuestro paso por el Círculo, dentro de la presentación de editoriales artesanas enmarcada en la Lectura del Quijote, ¿qué objetos o libros mostrasteis? ¿Poseéis catálogo online o similar? ¿Qué tal resultó la experiencia?

En el Círculo expusimos los fanzines que hemos realizado en La Ingobernable este año (Las Ingobernables y Amarte Fanzine); las publicaciones Cruz, Compilado, Motivos y Súbito Iletrado; los plegables Poética Recreativa, Instrucciones para escribir un poema, Instrucciones para ser feliz en siete días y Soy bureta; y barajas y juegos como El dado pesado (juego-objeto poético), Dominó poema, Kubik Poet, Poet póker o La baraja fantástica. La experiencia resultó muy positiva. Fue nuestra primera vez en el Círculo de Bellas Artes y nos sentimos muy cómodos, entre amigos (compartimos espacio con Zoográfico, Ediciones Deliciosas, Cabra Violeta…). Muchos curiosos se acercaron mientras uno de nosotros doblaba, cortaba y preparaba materiales, y el otro iba haciendo objetos con lápiz 3D.

[más información sobre el catálogo online de Genoma Poético en www.genomapoetico.com/tienda]

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