Frankenhooker

Jeffrey presencia la muerte de su novia cuando una cortadora de césped, que acaba de regalar a su padre, la despedaza. Jeffrey, aficionado a la bioquímica, decide devolver a la vida a Elizabeth uniendo sus partes mutiladas a otros miembros frescos con los que compondrá un nuevo cuerpo. Una tormenta eléctrica y las prostitutas del otro lado de la ciudad son el resto de ingredientes del experimento.