Francisco Ayala

Narrador y crítico, Francisco Ayala (Granada, 1906) se trasladó con su familia a Madrid en 1922. Allí se matriculó en Derecho, obteniendo la licenciatura en 1929, e inició su actividad literaria. A los tres años de llegar a la capital publicó su primera novela, Tragicomedia de un hombre sin espíritu (1925), y comenzó a colaborar en la Revista de Occidente y en La Gaceta Literaria. Desde entonces, la actividad literaria de Ayala ha sido constante.

La crítica ha dividido generalmente su obra en dos etapas. A la primera de ellas, que abarcaría el período anterior a la Guerra Civil, corresponderían, además de su primera novela, Historia de un amanecer (1926), El boxeador y un ángel (1929) y Cazador en el alba (1930). A la segunda, enmarcada en los años posteriores a la contienda, que Ayala vivió en el exilio, pertenecerían Los Usurpadores (1949), La cabeza del cordero (1949), Muertes de perro (1958), El fondo del vaso (1962), Recuerdos y olvidos (1982) o La estructura narrativa y otras experiencias literarias (1984), entre otros títulos.

En Buenos Aires impartió clases de Sociología en la Universidad de la Plata y fundó Realidad, una revista literaria. Años después, cuando se estableció en Puerto Rico, creó también la publicación La Torre. Tras ejercer la docencia en Princeton, Nueva York y Chicago, donde fue profesor de literatura española, regresó definitivamente a España en 1980. En homenaje a su figura, nació en 1998 la Fundación Francisco Ayala, con sede en Sevilla y en Granada.

Los reconocimientos al literato granadino han sido abundantes a lo largo de su vida. Entre ellos, destacan el Premio Nacional de las Letras Españolas (1988), el Miguel de Cervantes (1991), el Príncipe de Asturias de las Letras (1998) o el Premio Internacional de las Letras concedido por la Fundación Cristóbal Gabarrón (2004). Ayala es además doctor honoris causa por varias universidades, miembro de la Real Academia Española desde 1983 y ha sido propuesto en varias ocasiones como candidato al Premio Nobel.