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PUBLICIDAD DE POSGUERRA

Cartel

Años cuarenta y cincuenta. 100 x 62 cm.
Colección Carlos Velasco

José Jiménez Lozano

De repente, al hojear y ojear esta colección de carteles y anuncios publicitarios en la prensa, dibujos y diseños, me encuentro ahora como revolviendo en mi cosero de niño entre cuyos tesoros no faltaban los cartones de esos envases. Pero también la memoria, y el olor caso, de cuando aquellas cosas se veían luego en la realidad como el gasógeno en los autobuses que relucían como si fueran un furgón de cola, en aquellas madrugadas, sin el asomo aún del día cuando había que tomarlos para hacer algún viaje. Y él traía también a la botica del pueblo las cosas que tenía que tomarme para estar fuerte, y estaban, luego, en el rincón de la piedra blanca del locero del comedor, detrás del frutero de cristal azul, en el que había membrillo, arrope o frutas, y sobre el que daba el sol algunas tardes, y le trasfiguraba en una luna.

Allí estaban, en efecto, los Hipofosfitos Salud y los Fósforo Ferrero, y el Laxen Busto, junto al Phoscao o Nescao, y las Sales de Fruta y los Hidrolitines del Dr. Grau de los mayores; es decir, que era el muestrario de las cosas buenas, porque luego había en una alcoba un odioso «armario de las medicinas», donde estaban el aceite de ricino, o el aceite de hígado de bacalao, y la caja metálica de Vitaminas Lorencin. Ésta llevaba pintada en su tapa una chica con un manojo de espigas entre sus brazos, y era mucho más de verdad que la chica que venía en el Fósforo Ferrero, que tenía una falda como de tela de colchones.

Y de tanta verdad era aquella chica que el médico la llamaba Elena, y me decía que un hombrecito como yo no podía quejarse de aquel doloroso líquido de las inyecciones delante de ella. Así que no me quejaba, y he sentido ahora no encontrarme con Elena en el cosero para decírselo, aunque la he visto mientras ojeaba estos otros «cartones». Porque allí estamos todos los de entonces.

José Jiménez Lozano

(Langa, Ávila, 1930)
Narrador, ensayista, periodista y poeta, Premio Cervantes 2002, ha publicado más de sesenta libros entre novela –Duelo en la casa grande (1982), Carta de Tesa (2004)–, cuento –El grano de maíz rojo (1988), El ajuar de mamá (2006)–, poesía –Un fulgor tan breve (1995), Enorme luna (2005)– y ensayo –La ronquera de Fray Luis y otras Inquisiciones (1973) o Contra el olvido (2003).