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PHotoEspaña 07

Andrés Serrano

El dedo en la llaga

Andrés Serrano (Nueva York, 1950) se siente más artista que fotógrafo. Con su obra no pretende documentar la realidad de forma directa, sino construir escenas de cuidada composición y evidente raigambre pictórica capaces de establecer una comunicación directa con su público. La retrospectiva El dedo en la llaga, que se mostró en el CBA durante el mes de junio dentro de la décima edición del festival PHotoEspaña, permitió comprender a fondo, y más allá de las polémicas que han marcado su trayectoria, la honda sensibilidad de su trabajo. Minerva recoge declaraciones del artista y de Oliva María Rubio, comisaria de la muestra.

AMÉRICA

La idea de América surgió inmediatamente después del 11 de septiembre. Sentí que habíamos sido atacados por gente que nos considera el enemigo. Simplemente, quise mostrar mi visión del país, hacer un retrato, ofrecer una visión de lo que es América completa y también compleja: no todos son héroes; están los miembros del Ku Klux Klan, hay neonazis, y hace poco incluí en la serie una foto que tomé de Summer Sam, el más famoso psychokiller de Nueva York.
Andrés Serrano

La visión de Andrés en América es en cierto modo una visión estereotipada, porque los retratos que la componen no son retratos psicológicos, sino símbolos, arquetipos. Aunque la acogida de la crítica fue buena, es cierto que tanto a la crítica como a los espectadores les choca un poco esta especie de retrato un tanto kitsch, un tanto grandilocuente. No obstante, a mí me parece que Andrés continúa la forma de retratar clásica, con un punto de vista bajo y los personajes retratados prácticamente a tamaño natural, estableciendo un diálogo con el espectador.
Oliva María Rubio

La acogida de este trabajo ha sido un tanto ambigua; The New York Times, por ejemplo, hizo una buena crítica de América, pero yo creo que en el mundo del arte mucha gente se sintió decepcionada, porque en la serie sólo hay retratos y no esa provocación que parecen esperar de mí. Es un mundo, el del arte, que puede llegar a ser muy elitista y en el que yo ocupo una posición bastante extraña: estoy dentro y fuera al mismo tiempo. Me siento aceptado en ciertos círculos, pero no en otros; por ejemplo, nunca me han invitado a una Bienal del Whitney o a una Documenta. Sí he estado en cambio en dos Bienales de Venecia…
A.S.

(PRO)VOCACIÓN

Me parece fundamental mostrar la obra de Andrés a través de una retrospectiva: cada una de sus series, por separado, se han contemplado bajo el prisma de la polémica, lo que ha impedido ver lo que había realmente detrás. En cambio, cuando ves en conjunto toda su obra lo que destaca es esa potencia, esa vocación que hay en él no de provocar, sino de retratar temas que nos competen como seres humanos, aquello que muchas veces no queremos mirar porque nos duele, como la muerte, pero es algo con lo que tenemos que vivir y que no podemos obviar. En conjunto, su obra se entiende muchísimo mejor.
O.M.R.

Son muchas las retrospectivas de mi obra que se han realizado en distintos países –Rusia, Italia, Francia, España…–, mientras que en Estados Unidos sólo he tenido una. Y eso que mi trabajo es bastante conocido en mi país. ¿Cómo se explica esto? Creo que tienen miedo de montar una exposición de mi obra, temen no encontrar patrocinadores y acabar metidos en algún problema.
A.S.

Creo que los museos estadounidenses se curan en salud. Hay que tener en cuenta la gran polémica que se organizó hace ya veinte años, a raíz de la obra Piss Christ, y también que en Estados Unidos surge de cuando en cuando el debate de cómo se emplea el dinero público para apoyar determinadas obras. También creo que en Europa somos más permisivos con el tema de la religión; la exposición se ha mostrado en diversos lugares y no ha habido ningún problema, ni siquiera en países o regiones muy religiosos como Italia o el País Vasco.
O.M.R.

DIÁLOGO

Sí, es posible que de mi trabajo en el mundo de la publicidad haya aprendido algunas técnicas comunicativas para establecer un diálogo con el público. Aunque aprecio el arte contemporáneo, muchas veces no lo entiendo. Yo pretendo hacer un trabajo que cualquiera pueda entender. El espectador tiene la última palabra en lo que se refiere a la interpretación, pero lo que está viendo e interpretando no es algo abstracto, es algo concreto: se puede ver lo que es.
A.S

BELLEZA

Creo que la belleza con la que trabaja las imágenes le ha alejado un poco de ese mundo elitista del arte. La obra de Andrés Serrano hunde sus raíces en toda una tradición pictórica centrada en la belleza, un concepto que no ha estado de moda en el arte contemporáneo en los últimos tiempos. Es posible que ese rechazo generalizado de la belleza sea uno de los motivos por los que no le inviten a participar en eventos como las bienales del Whitney o la Documenta.
O.M.R

De alguna manera, el juego con la belleza de la imagen y el título, su combinación, me permite realizar algo así como una manipulación sutil. Cuando se contemplan las obras que componen la serie La Morgue, por ejemplo, la sensación que produce en el espectador lo que está viendo cambia de inmediato en el momento en que lee el título.
A.S

ARTE VS. FOTOGRAFÍA

Al preparar las escenas que fotografío siento que estoy creando como artista, mientras que si me limitara a fotografiar gente que encuentro en la vida real lo vería como un ejercicio de documentación. Siempre he mantenido la distancia con la técnica fotográfica. Nunca he aprendido a revelar, no me interesa. Y lo cierto es que siempre aspiré a exponer en galerías de arte, no de fotografía.
A.S

La opción por la construcción previa de lo que fotografía es una toma de postura inicial; Andrés es un constructor, un creador de imágenes. Se nutre de la realidad, pero la transforma, la presenta de la forma que cree más adecuada para expresar sus sentimientos.
O.M.R

FICCIÓN Y REALIDAD

En La interpretación de lo sueños sí que había modelos disfrazados, porque esta serie fue el fruto de un acto de imaginación. Pero en América los retratos son reales, por ejemplo, los bomberos: cuando después enseñé las fotos a mi galerista, me dijo «parecen cansados». Yo pensé que estaban tristes: eran bomberos neoyorquinos y el 11-s había tenido lugar unas semanas antes. En el momento de tomar la fotografía casi ni me di cuenta de que esos hombres estaban trabajando veinte horas al día, estaban cubiertos de polvo y suciedad. Eso es importante. Además, si preparara esos retratos con modelos, tampoco sería lo mismo para los retratados: me gusta observar su reacción cuando ven el resultado, sobre todo cuando no conocen mi obra.
A.S

En los retratos puede utilizar algo de maquillaje o elegir la ropa que deban llevar, pero sin duda pretende dar una idea lo más real posible de Estados Unidos; la posibilidad de disfrazar modelos no se contempla. La persona retratada debe ser ella misma, aun cuando pueda ir en cierto modo disfrazada. Ahí la realidad es importante.
O.M.R.

COMPROMISO CON SU TIEMPO

Aunque Andrés niegue que haya un compromiso político detrás de series como La Morgue, Nomads o Ku Klux Klan, de lo que no cabe duda es de que él tiene una sensibilidad social y una sensibilidad política, y que realiza esos trabajos en momentos cruciales, en los que el debate en torno a temas afines está particularmente vivo. Por eso creo que los críticos podemos interpretarlos con esta clave, conectando su obra con de ciertas ideas políticas y sociales.
O.M.R

EXPOSICIÓN ANDRÉS SERRRANO, EL DEDO EN LA LLAGA


31.05.07 > 01.07.07

COMISARIA OLIVA MARÍA RUBIO
ORGANIZA PHOTOESPAÑA07
COLABORA CBA