Tamaño de fuente grande
Tamaño de fuente normal
Tamaño de fuente pequeña
Anterior
Pequeña
Normal
Grande
Siguiente

Ponerse a prueba

Coloquio José María Guelbenzu • Carme Riera

Modera Marta Sanz
Fotografía Minerva
Carme Riera

El Festival Eñe de las letras en castellano cumplía su cuarto cumpleaños en 2012. Aprovechando el desembarco de grandes literatos en el CBA, Minerva pidió a la escritora Marta Sanz que guiara una conversación entre los también escritores José María Guelbenzu y Carme Riera. El resultado es el coloquio que aquí presentamos, en el que se ponen de manifiesto, con buenas dosis de humor y un enfoque muy cercano, distintas maneras de entender el oficio de escritor, con sus posibilidades y sus limitaciones.

Marta Sanz
José María Guelbenzu

VOCACIÓN E INFLUENCIAS

JOSÉ MARÍA GUELBENZU (JMG)

Mi vocación literaria es, que yo sepa, de siempre. Cuando tenía doce o trece años, monté un periódico en casa. Yo aún no sabía si iba a ser novelista, director de cine, de teatro o qué, pero siempre tuve la conciencia de que iba a ser artista. No sabría decir de dónde provenía aquella conciencia, simplemente sé que era lo que quería. Mi padre tuvo la buena idea de oponerse radicalmente, lo cual fue decisivo en mi vocación de escritor. Lo que no quita para que un buen día, leyendo El hombre que fue Jueves de Chesterton, decidiera no sólo que quería ser escritor, sino que quería escribir algo como eso: fue la novela que marcó mi deseo de escribir.

MARTA SANZ (MS)

A mí me pasó algo similar cuando era muy joven y leí El amante, de Marguerite Duras. En aquel momento pensé que yo también podía escribir, y que quería poder contar una historia como la que contaba aquella mujer.

CARME RIERA (CR)

En mi caso la vocación surgió de la necesidad: las monjas nos decían que iríamos al infierno si cometíamos actos impuros, y resulta que yo había visto unas postales de desnudos que había en casa (tenía un tío-abuelo al que le encantaban aquellas cosas). Para librarme del infierno tenía que contárselo al confesor, pero me daba tanto apuro que decidí hacerlo por escrito. Escribir me resultaba mucho más gratificante que dar la cara. Así que mi vocación parte de la necesidad de contar las cosas por escrito o, más bien, de la imposibilidad de hacerlo de otra manera.

Aunque siempre cuento de broma que yo me hice escritora una vez que Iberia nos dejó a todos los pasajeros de un vuelo transoceánico tirados en el aeropuerto y yo tuve que redactar un montón de reclamaciones: la gente estaba indignada, habían estado jaleando y protestando, pero nadie quería escribir…

MS

Me encanta la idea de que tu vocación literaria surja, por un lado, de la confesionalidad y la expiación de la culpa y, por otra parte, de la reclamación. Está muy bien.

CR

Sí, lo de meter el dedo en el ojo es importantísimo. En cuanto a influencias, yo empecé con los poetas: quería escribir poesía, pero lo hacía francamente mal. Recuerdo que el Cancionero de Petrarca me pareció maravilloso y, de hecho, detrás de mi primera novela, Una primavera para Domenico Guarini, está Petrarca, aunque nadie lo viera. En el caso de El verano del inglés, en cambio, el referente es Henry James, aunque todavía estoy esperando a ver si algún crítico se da cuenta.

JMG

Creo que hay dos tipos de influencias: por un lado están los autores que de verdad te impresionan y te impregnan, es decir, las influencias que brotan solas, y luego están las que uno elige voluntariamente. Yo todo lo que he aprendido ha sido imitando a otros escritores, hasta que acabé encontrando mi propia manera de escribir. Y, lógicamente, he imitado a los que más me han fascinado: al principio imitaba a Joyce o a Cortázar, que marcaron mi primera época, cuando escribía novela experimental. Después, como en el título de aquel programa de televisión «el alma se serena» –o, en este caso, «la prosa se serena»–, y me voy acercando más a Conrad o a Henry James, por citar un par de nombres.

NOVELA DE GÉNERO

MS

Ayer, en la conversación que mantuvimos José María y yo, estuvimos comentando cuál había sido el disparadero que nos había llevado a hacer una novela de género, en este caso de género negro, policíaco. ¿Cuál ha sido el tuyo?

CR

Para mí, fue el ponerme a prueba. Yo nunca había escrito novela negra, y cuando escribí Naturaleza casi muerta, me pasé dos años leyendo casi exclusivamente ese género para aprender. Llegué a la conclusión de que era lo más difícil que había hecho en mi vida: es terrible, porque hay unos elementos clave que debes manejar con la suficiente sutileza y con la suficiente gracia para no dar gato por liebre. Por lo demás, me parece el género del porvenir. Hoy día es la novela negra la encargada de hacer lo que en su día hicieron los novelistas realistas y naturalistas del XIX, es decir, poner sobre el tablero la sociedad y todas sus miserias a través de una trama que, aparentemente, conduce por otros derroteros.

JMG

Es curioso, a mí me ocurrió exactamente lo mismo. Cuando escribí la primera novela policíaca, lo que quería también era probarme. De hecho, quise hacerlo con cierta chulería, porque, en aquella novela, el asesino se descubre en la primera página y tenía que lograr llevar al lector hasta el final, aguantando la trama a pesar de haber revelado ya el desenlace. El probarse, efectivamente, tiene mucho sentido.

CR

Sí, es una cuestión que a mí me interesa mucho. También quise hacer una novela de humor –Con ojos americanos, que en Cataluña sentó tan mal que fue espantoso– precisamente para probar. El reto está en saber si serás capaz.

MS

A mí me ocurrió lo mismo, en cierta medida, cuando comencé a escribir Black, black, black. Pero en mi caso la intención era algo más perversa, porque había un aspecto que me molestaba del género negro, y era que esa capacidad de retratar la sociedad y denunciar sus aspectos más sórdidos u oscuros, quedaba de alguna manera neutralizada precisamente porque la retórica o los códigos que utilizan estas novelas para contar las cosas están ya muy gastados y resultan muy previsibles para el lector. Así que mi intención fue, por una parte, probarme –porque soy una gran admiradora del género– pero, por otra, intentar cuestionar todos los tópicos y las frases hechas que pudieran resultar complacientes para el lector.

REALIDAD, FICCIÓN Y OFICIO

MS

¿Y cómo resolvéis ese problema eterno que tenemos los escritores y que es la relación entre realidad y ficción? ¿Cómo planteáis el engarce de estos dos ámbitos?

JMG

Pues en realidad es muy fácil: se trata, sencillamente, de saber que no debes confundirte, que hay que cambiar de personalidad –un poco como Jekyll y Hide, pero sin pócima– y cogerle el tranquillo a ese cambio. Yo lo descubrí siendo simultáneamente escritor y editor.

Por otra parte, dentro de la ficción, para mí la realidad funciona como lenguaje. Es decir, yo creo que todo escritor escribe con dos lenguajes, uno es el código del lenguaje propiamente dicho, y el otro es la realidad. Ambos lenguajes los comparte, habitualmente, con el lector. Por sí mismos, ninguno de los dos son nada dentro de la novela; son sólo dos lenguajes que se utilizan para escribir una historia con un propósito, y eso es una ficción.

CR

Los escritores trabajamos con la realidad, pero es que la realidad, en el momento en que la ficcionalizas, ya no es realidad, pasa a ser otra cosa. Y por supuesto, los escritores necesitamos imaginación. La realidad te da los elementos que sirven de origen y, a partir de ahí, ficcionalizas todo lo demás. La ficción tiene que acomodarse a la verosimilitud, al tipo de verdad que entraña la cohesión del texto.

MS

¿Y vosotros sois de los que sufrís o de los gozáis escribiendo?

JMG

Escribiendo se sufre muchísimo. Y cuanto más te exiges, más sufres. Pero cuando sufriendo de esa manera, descubres y escribes una escena que te deja conmovido, disfrutas maravillosamente. Es una especie de masoquismo: se sufre y se disfruta a la vez.

CR

Para mí, el sufrimiento se produce cuando terminas una página y piensas «no está mal». Luego lo relees y te quedas absolutamente consternado, porque aquello que te parecía que funcionaba mínimamente, no funciona.

MS

Para mí, el momento fatídico cuando estoy escribiendo una novela es cuando me releo con ojos que no son los míos, cuando me hago la crítica desde fuera y me tengo que poner a corregir. A mí eso me cuesta muchísimo trabajo. A otros autores lo que les cuesta es empezar o planificar las tramas… No sé si vosotros tenéis algún punto débil de este estilo.

JMG

Yo no, sinceramente. Cuando empiezo a escribir, comienzo con una enorme resignación, y como mi manera de escribir se basa en escribir algo todos los días —aunque solo sea una línea, pero todos los días—, pues con esa misma resignación voy avanzando. Y en cuanto a corregir, claro que corrijo, lo que sucede es que, como tantos otros escritores, yo tengo dos trabajos, la escritura y el que me da de comer, lo que me deja muy poco tiempo disponible. Así que tengo la costumbre de escribir de una forma muy concentrada, lo que tiene la ventaja de que hay muy poco que corregir, porque lo que sale, sea bueno o malo, sale ya muy destilado.

CR

Para mí, el momento terrible es cuando llegan las galeradas. Es un momento espantoso, porque lo que me apetece es tirarlas a la basura y decir que no, que no y que no. Lo paso fatal. Los editores te dicen que ya no puedes corregir, que no se puede cambiar nada, que el libro ya está planificado para tal día, que tiene que salir. Sufro muchísimo.

RECEPCIÓN Y CRÍTICA

MS

¿Os produce mucha inquietud la recepción de vuestros libros?

CR

Cuando tengo un libro en la calle, procuro no entrar en ninguna librería, no ya para no ver dónde lo han colocado, sino para evitar ese pavor que me da el pensar: «¿por qué van a escoger mi libro, si hay tantísimas toneladas que a lo mejor tienen cubiertas más atractivas o están mucho mejor?». Me resulta terrorífico. Y las críticas no las leo, ni las buenas ni las malas.

JMG

A mí, al principio el público me tenía muy inquieto, quería saber en todo momento qué se decía, cómo se acogían mis libros, si la gente los compraba o no… Al cabo del tiempo te vas dando cuenta, por lo que te cuenta tu editor, de que ya tienes un público con cierta constancia. Son los que están ahí. Si luego llegas a más, mejor. Pero el saber que hay unos cuantos que están ahí esperando me produce tranquilidad.

MS

Y hablando de recepción, ¿qué opinión tenéis de la crítica que se publica en los medios de comunicación? ¿Creéis que ha sufrido una evolución a lo largo de los años, o que ha cambiado su estatus recientemente?

JMG

Creo que la crítica profesional cada día tiene menos influencia en los gustos y preferencias de los lectores. Además, hoy hay menos críticos de referencia que antes. Muchos no escriben sobre las novelas, sino sobre lo que sucede alrededor de las novelas, en un tipo de reseñas que parecen más destinadas al mundillo literario que a los lectores.

CR

Yo tengo la impresión de que apenas hay críticos verdaderos, críticos que puedan justificar de verdad por qué les ha gustado un libro o por qué no les ha gustado. Lo que hacen es divulgar, y a veces te das cuenta de que ni siquiera los han leído, que les ha bastado con leer la solapa. Y también se nota que muchas veces a los críticos de los periódicos les llega un libro que no les interesa: cuando a un aficionado a la novela negra le toca reseñar una novela histórica, o al revés, el rechazo se hace patente. En general, muchas veces la crítica me parece deshonesta.

EL AUTOR COMO LECTOR

MS

Y como lectores y críticos, ¿qué factores os llevan a pensar que un libro es bueno?

CR

Ya lo decía Cervantes: hay historias que son buenas por lo que cuentan y otras por cómo lo cuentan. Puede ser una historia muy banal pero que esté perfectamente bien escrita, que te sugiera un montón de cosas, que te permita reconstruir el mundo del que habla. Yo, lo que detesto, es que me den gato por liebre, es decir, que me cuenten una historia que no tiene ningún interés, que ni quien la escribe se la ha creído. En cambio, a veces disfruto con libros que a lo mejor no son demasiado buenos, pero en los que se aprecia que su autor ha puesto toda la carne en el asador. Es algo que me conmueve mucho.

JMG

A mí lo primero que me llama la atención es la escritura, si el autor escribe bien o mal. Si escribe bien, ya me llama la atención. A partir de ahí, se trata de avanzar para ver si lo que cuenta me interesa. En la lectura como lector estoy atento a lo que me interesa y si no me interesa, no sigo. En cambio, en la lectura como profesional estoy obligado a leer cualquier libro, aunque no me interese, y a analizarlo desapasionadamente. Así es como, muchas veces, descubro que un libro está escrito por una persona que tiene fuerza, potencia, imaginación… cosas que me llaman mucho la atención, aunque lo que cuente no sea de mi interés.

CR

El arranque para mí es muy importante. Con tantos libros como se publican, si las primeras páginas no me funcionan…

JMG

El problema con tanta produción literaria es, precisamente, que muchas veces se destinan los mayores esfuerzos a conseguir arranques fascinantes y luego, lógicamente, esos libros acaban decepcionando, porque, a medida que avanzan, vas descubriendo que no están a la altura de ese comienzo.

CR

Tienes razón, a mí me pasó con La sombra del viento. Leí la primera página y pensé: «¡Qué maravilla!». Lo compré inmediatamente y al llegar a la página cincuenta lo tiré por la ventana. Me pareció una vergüenza de libro.

JMG

En cambio la escritura, la calidad de la escritura, eso no engaña.

MS

Sí, yo estoy de acuerdo en resaltar la importancia de la calidad de la escritura: es algo que no se tiene en cuenta hoy, ni siquiera los editores lo valoran suficientemente.

POLÍTICAS CULTURALES

MS

Y cambiando de tercio, ¿qué opinión os merecen las últimas medidas del gobierno en torno a la cultura?

JMG

Los recortes recientes van a hacer mucho daño. Pero ya antes de esos tijeretazos, siempre he pensado que este país está mal hecho. Aquí es el Estado el que se ocupa de las subvenciones –¡y ahora ni eso!–, cuando no debería ser así. Los premios importantes, por ejemplo, aquí los dan, o los daban, las administraciones públicas. En Estados Unidos, en Inglaterra, en Francia o en Italia, los conceden entidades privadas. Pienso que el Estado debería favorecer un mecenazgo de calado, que dé un buen impulso a la cultura.

CR

A mí no me importa que los recortes se traduzcan, por ejemplo, en la supresión de premios. Lo grave es que las bibliotecas no compren libros, que no haya papel para las fotocopias, que los museos no puedan sostenerse… Otra cosa que me parece una barbaridad es la subida del IVA de los productos culturales, del cine, del teatro. Y también me parece una barbaridad que se suprima o recorte la literatura en el bachillerato, algo que no tiene nada que ver con la crisis. Y luego se quejan de que en este país la gente no lee…

JMG

En ese sentido, también es deplorable cómo se enseña lengua: da la impresión de que en los colegios se forma a pequeños filólogos analfabetos; estudian unos palabros tremendos, pero no saben redactar una carta.

NUEVAS TECNOLOGÍAS

MS

Terminemos con una pregunta muy tópica pero que es inexcusable: ¿Cuál es vuestra relación con las nuevas tecnologías? ¿Pensáis que van a incidir no ya solamente en las maneras de consumir o acceder a la literatura, sino en el propio discurso literario?

CR

El verano del inglés sería una novela muy distinta sin móvil y sin internet. El cambio que introducen las nuevas tecnologías es radical. Proporcionan herramientas utilísimas para un autor: de tenerte que levantar a mirar una palabra en el diccionario o consultar una enciclopedia a tener el diccionario en línea o poder contrastar cualquier dato que puedas necesitar, va un abismo. Ahora la tarea es muchísimo más fácil.

JMG

A la hora de corregir, un ordenador cambia completamente la manera de escribir; no el estilo de escritura, pero sí el método. Pero además, estoy convencido de que las nuevas tecnologías harán cambiar a fondo la literatura. Pienso, por ejemplo, en las transformaciones que introdujo un escritor como Dashiell Hammett, que necesitaba reproducir el ritmo y el habla de la calle. Diría que la incorporación sincopada de ese lenguaje a la escritura, totalmente novedosa en la narrativa norteamericana, tiene mucho que ver con la aparición del cine. Antes, en las novelas de Balzac, cuando un personaje se internaba en un barrio de París, tocaba hacer la descripción del barrio entero. Ahora la gente ya conoce París, lo hemos visto en televisión y sabemos cómo es. La famosa escena del niño que ve el mar por primera vez probablemente no se vuelva a repetir. E igual que esos viejos nuevos medios han influido en la literatura, las tecnologías recientes influirán, y quizá surja un tipo de literatura mucho más breve, más dinámica, que podría alcanzar nuevas cotas de excelencia…

José María Guelbenzu (narrativa)

Mentiras aceptadas, Madrid, Siruela, 2013
Muerte en primera clase, Barcelona, Destino, 2012
El hermano pequeño, Barcelona, Destino, 2011
El amor verdadero, Madrid, Siruela, 2010
Un asesinato piadoso, Madrid, Alfaguara, 2008
El cadáver arrepentido, Madrid, Alfaguara, 2007
Esta pared de hielo, Madrid, Alfaguara, 2005
La muerte viene de lejos, Madrid, Alfaguara, 2004
La cabeza del durmiente, Madrid, Siruela, 2003
No acosen al asesino, Madrid, Alfaguara, 2001
Un peso en el mundo, Madrid, Alfaguara, 1999
El sentimiento, Madrid, Alianza, 1995
La tierra Prometida, Madrid, Plaza & Janés, 1991
La mirada, Madrid, Alianza, 1987
El esperado, Madrid, Alianza, 1984
El río de la luna, Madrid, Alianza, 1981
La noche en casa, Madrid, Alianza, 1977
El pasajero de ultramar, Madrid, Galba, 1976
Antifaz, Barcelona, Seix Barral, 1970
El mercurio, Barcelona, Seix Barral, 1970

Carme Riera (narrativa)

Cuentos

La familia del Ratón Pérez, Barcelona, Edebé, 2014
El hotel de los cuentos y otros relatos neuróticos, Madrid, Alfaguara, 2007
El perro mágico, Barcelona, Destino, 2003
El maravilloso viaje de María al país de los tulipanes, Barcelona, Destino, 2003
Petita història de Carlos Barral, Barcelona, Mediterrànea, 2002
Contra el amor en compañía y otros relatos, Barcelona, Destino, 1991
La molt exemplar història del gos màgic i la seva cua, Barcelona, Empúries, 1988
Epitelis tendríssims, Barcelona, Edicions 62, 1981
Palabra de mujer, Barcelona, Laia,1980
Jo pos per testimoni les gavines, Barcelona, Laia, 1977
Te deix, amor, la mar com a penyora, Barcelona, Laia, 1975.

Novelas

Tiempo de inocencia, Madrid, Alfaguara, 2013
Naturaleza casi muerta, Madrid, Alfaguara, 2011
Con ojos americanos. Informe MacGregor, Barcelona, Bruguera, 2009
El verano del inglés, Madrid, Alfaguara, 2006
La mitad del alma, Madrid, Alfaguara, 2005.
Por el cielo y más allá, Madrid, Círculo de Lectores, 2001
En el último azul, Madrid, Alfaguara, 1995
Por persona interpuesta, Barcelona, Planeta, 1989
Joc de miralls, Barcelona, Planeta, 1989
Cuestión de amor propio, Barcelona, Tusquets, 1988
Una primavera per a Domenico Guarini, Barcelona, Edicions 62, 1980

Marta Sanz (narrativa)

Daniela Astor y la caja negra, Barcelona, Anagrama, 2013
Amor Fou, Miami, La Pereza Ediciones, 2013
Un buen detective no se casa jamás, Barcelona, Anagrama, 2012
Black, black, black, Barcelona, Anagrama, 2010
La lección de anatomía, Barcelona, RBA, 2008
Susana y los viejos, Madrid, Destino, 2006
Animales domésticos, Madrid, Destino, 2003
Los mejores tiempos, Madrid, Debate, 2001
Lenguas muertas, Madrid, Debate, 1997
El frío, Madrid, Debate, 1995

FESTIVAL EÑE
16.11.12 > 17.11.12

PARTICIPANTES HÉCTOR ABAD FACIOLINCE • KIKO AMAT • BERNARDO ATXAGA ALBERTO CHIMAL • IGNACIO ECHEVARRÍA • JUAN FRANCISCO FERRÉ BRUNO GALINDO • LUIS GARCÍA MONTERO • MARCOS GIRALT TORRENTE ENRIC GONZÁLEZ • LUIS GOYTISOLO • JOSÉ MARÍA GUELBENZU • JESÚS JIMÉNEZ EDUARDO MENDOZA • JUAN JOSÉ MILLÁS • RAFAEL MONEO • JUAN J. MUÑOZ RENGEL JAVIER MUGURUZA • ELVIRA NAVARRO • ANA PASTOR • ÁNGEL PETISMES CARME RIERA • PILAR DEL RÍO • MARTA SANZ • JAIME SILES • VICENTE VERDÚ MANUEL VILAS • GABRIELA WIENER
ORGANIZA LA FÁBRICA • CBA • INSTITUTO CERVANTES • MINISTERIO DE CULTURA AECID • INSTITUT RAMON LLULL
SOCIOS PROTECTORES TELEFÓNICA • IBERDROLA • FUNDACIÓN LOEWE INSTITUTO CAMÕES • FUNDACIÓN REPSOL • FUNDACIÓN SEUR • HOTEL DE LAS LETRAS FUNDACIÓN SM • RENAULT
COLABORADORES OFICIALES ILLY • Nº3 LONDON DRY GIN • BRIZZOLIS • CROMOTEX BODEGAS RAMÓN BILBAO • LIBRERÍA ANTONIO MACHADO
MEDIOS E INSTITUCIONES ASOCIADAS NOTODO.COM • RADIO 3 • RADIO CÍRCULO