mirada
La perceptibilidad de que se habla no es otra ya que la del aura, una cuya experiencia estriba por lo tanto en la traslación de una forma de reacción corriente en la sociedad humana a la relación de lo inánime o de la naturaleza con el hombre. El mirado, o el que se cree mirado, alza de inmediato la mirada. Experimentar el aura de una aparición significa investirla con la capacidad de ese alzar la mirada.
---------

Aún de mayor alcance, por estar orientada objetivamente, es la determinación que como aurática hace Valéry de la percepción dentro del sueño. «Cuando digo: veo eso ahí, no se establece ya con ello la simple ecuación mía con la cosa... En el sueño en cambio sí que se produce una ecuación. Ahí las cosas que veo me ven a mí tanto como yo las veo a ellas».

Sobre algunos motivos en Baudelaire

Paul Valéry. Analecta, París, 1935, pp. 193 ss. Cit. en Obras I, 2, p. 254

---------

El truco que rige este mundo de cosas [la ‘atmósfera’ captada por el surrealismo bretoniano] consiste en el hecho de cambiar la mirada histórica al pasado por otra política.

El surrealismo

Obras II, 1, p. 306

---------

El estancamiento producido de pronto en lo que es el flujo real de la vida, instante en que su curso se detiene, es perceptible ahí como reflujo: y uno que, sin duda, es el asombro. La dialéctica en estado de parálisis es su auténtico objeto. Es el peñasco a partir del cual la mirada se hunde dentro de la corriente de las cosas. […] Pero si el torrente de las cosas se rompe en el peñasco del asombro, ya no hay diferencia entre una vida y una palabra humana. En el teatro épico, ambas son la cresta de la ola que hace alumbrar la vida desde el lecho del tiempo, lucir por un momento en el vacío e irse luego al fondo nuevamente.

¿Qué es el teatro épico?

Obras II, 2, p. 136

---------

La mirada lanzada al corazón de las cosas que hoy resulta esencial, mirada mercantil, se llama ‘anuncio’.

Calle de dirección única

Obras IV, 1, p. 72.

---------