belleza

El sobrecogerse con lo bello es un ad plures ire, que es el modo en que los romanos solían referirse a la muerte. […] La apariencia en lo bello consiste en que, en la obra, nunca se encuentra aquel objeto idéntico por el cual la admiración se afana, sino que ésta cosecha lo que generaciones anteriores habían admirado ya en aquél. Aquí, un dicho de Goethe: «Todo aquello que haya ya ejercido una gran influencia, nunca más podrá ser ya juzgado auténticamente». Lo bello en su relación con la naturaleza puede determinarse como aquello que «sigue siendo en esencia igual a sí bajo su velamiento».

Sobre algunos motivos en Baudelaire

Johann Wolfgang Goethe, Neue deutsche Beiträge, ed. Hugo von Hofmannsthal, Múnich, 1925, II, 2, p. 161. Cit. en Obras I, 2, p. 244

---------

En el mundo de Kafka [como podemos ver en El proceso] la belleza emerge solamente en los más recónditos lugares, por ejemplo en los acusados: «Esto es un fenómeno notable, propio en cierto sentido de lo que son las ciencias naturales [...]; desde luego no puede ser la culpa lo que los vuelve bellos [...]; y sin duda tampoco puede ser el castigo correcto lo que ya ahora nos los vuelve bellos [...]; eso puede deberse solamente al procedimiento incoado contra ellos, que se les adhiere de algún modo».

Franz Kafka

Obras II, 2, pp. 13-14

---------

El arte de narrar hoy se acerca a su fin, y esto porque está desapareciendo lo que es el lado épico de la verdad, es decir, la sabiduría. […] Más bien esto es un síntoma […] de fuerzas productivas seculares que han sacado poco a poco a la narración del ámbito del habla, y que al tiempo hacen perceptible una nueva belleza en aquello que así desaparece.

El narrador

Obras II, 2, p. 45

---------

La fotografía es cada vez más sutil y moderna, y el resultado es que hoy ya no se puede fotografiar una casa o un montón de basura sin transfigurarlo. La fotografía no está en condiciones de decir sobre una presa o una fábrica otra cosa que ésta: que el mundo es bello. Y El mundo es bello es el título del más célebre libro de fotografías de Renger-Patzsch, cumbre de la fotografía de la tendencia de la llamada Nueva Objetividad. Y esta fotografía ha conseguido el convertir incluso la miseria en directo objeto de disfrute, al captarla de forma que es propia de la moda.

El autor como productor

Obras II, 2, p. 307

---------

A diferencia de casi todos los intelectuales de su tiempo, Goethe nunca logró sentirse a gusto con la ‘bella apariencia’.

Goethe

Obras II, 2, p. 335

---------

La definición kantiana de lo orgánico como finalidad cuyo fin está dentro y no fuera de la misma creatura sin duda concordaba con los conceptos de Goethe. La unidad de lo bello, incluido lo bello natural, siempre es independiente de los fines: Kant y Goethe están de acuerdo en eso.

Goethe

Obras II, 2, p. 338

---------

De lo útil a lo bello a través de lo verdadero.

Goethe

Johann Wolfgang Goethe, Wilhelm Mweisters Wanderjahre, I, 6. Cit. en W. Benjamin, Obras II, 2, p. 351

---------

¡Detente! ¡Eres tan bello! / Entonces ya podrás encadenarme, / aceptaré entonces sucumbir. / Sonará la campana de difuntos, / y quedarás dispensado de tus obligaciones. / Se parará el reloj, caerán las manecillas: / y entonces el tiempo ya se habrá acabado para mí.

Goethe

Johann Wolfgang Goethe, Fausto I, versos 1700-1706. Cit. en W. Benjamin, Obras II, 2, pp. 353 n.

---------

El acorazado Potemkin [de Eisenstein] es un filme ideológicamente recubierto y [...] calculado en todos sus detalles, al modo en que lo está el arco de un puente. Cuanto mayor es la fuerza con la que es golpeado, tanto mayor la belleza con la que retumba.

Réplica a Oscar A. H. Schmitz

Obras II, 2, p. 371

---------

Siempre hay [en Rilke], entre las hojas viejas y las nuevas, unas canciones hechas con la más consumada y más táctil belleza de los frutos; y unas estrofas que van de mano en mano, como se pasaba entre los griegos un cuenco o cualquier otro recipiente.

Rainer Maria Rilke y Franz Blei

Obras, IV, I, p. 407.

---------

El detallar, tan propio de la poesía barroca, diversos atractivos femeninos, subrayando y distinguiendo cada uno a través de la comparación, de manera secreta va siguiendo la imagen del cadáver. Tal desmembrar la belleza femenina en sus fragmentos más dignos de encomio se parece a una autopsia, y las comparaciones predilectas de las partes del cuerpo con el alabastro y con la nieve, con las piedras preciosas y aún con otras configuraciones, casi todas ellas inorgánicas, lo hacen bien visible de ese modo.

Obra de los pasajes

Obra de los pasajes, B 9, 3

---------

¡Sólo podía amar –nos dice Poe– cuando el aliento de la muerte se entremezclaba con el de la belleza!

Obra de los pasajes

Recogido en Ernest Seillière. Baudelaire, París, 1931, p. 229. Cit. en Obra de los pasajes, J 19 a, 8

---------

La melancolía es siempre inseparable respecto al sentimiento de lo bello.

Obra de los pasajes

Baudelaire, carta a Jules Janin, en Œuvres, ed. Le Dantec, vol. II, p. 610. Cit. en Obra de los pasajes, J 32, 4

---------

La belleza da la rigidez, pero no la inquietud; aquella a la que afecta la mirada propia del alegórico.

Obra de los pasajes

Obra de los pasajes, J 54 a, 4

---------

En el orden simbólico, la belleza se encuentra justamente en razón inversa de la vida: el naturalista clasifica la naturaleza de este modo: primero reino animal, después reino vegetal, y al fin reino mineral; con ello sigue el orden de la vida. El poeta dirá, por el contrario: el primero es el reino mineral, después reino vegetal y, por fin, reino animal: pues sigue el orden que marca la belleza.

Obra de los pasajes

Ernest Hello. «Du genre fantastique», Revue Française, noviembre de 1858. Cit. en Obra de los pasajes, J 90, 4

---------