Libro del desasosiego

Nueva edición de Richard Zenith, Acantilado, Barcelona, 2013 (traducción de Perfecto E. Cuadrado)

Para mí, escribir equivale a despreciarme; pero no puedo dejar de escribir. Escribir es como una droga que me repugna y tomo, el vicio que desprecio y en el que vivo. Hay venenos necesarios, y los hay sutilísimos, compuestos por ingredientes del alma, hierbas recogidas en los rincones de las ruinas de los sueños, amapolas negras encontradas junto a las sepulturas de los propósitos, hojas largas de árboles obscenos que agitan sus ramas en las orillas oídas de los ríos infernales del alma.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

FR. 152, p. 165


LECTURAS / ESTÉTICA
SUEÑO
---------

Creé para mí una orientación estética. Y orienté esta estética hacia lo puramente individual.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

FR. 251, p. 259


LECTURAS / ESTÉTICA
---------

Esto me sirve de consuelo en esta oficina reducida, cuyas ventanas mal lavadas dan a una calle sin alegría. Me sirve de consuelo, y en ello tengo por hermanos a los creadores de la conciencia del mundo ―el dramaturgo desordenado William Shakespeare, el maestro de escuela John Milton, el gandul Dante Alighieri —e incluso, si se me permite la cita, el Jesucristo aquel que no llegó a nada en el mundo, hasta el punto de que los historiadores dudan de su existencia. Los otros son de otra especie ―el consejero de estado Johann Wolfgang von Goethe, el senador Víctor Hugo, el jefe Lenin, el jefe Mussolini

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

FR. 274, p. 285


LECTURAS / ESTÉTICA
---------

Mi espíritu está con aquello que los clásicos hacen y con lo que los decadentes dicen.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Apéndice», AP9, p. 563


FÁRMACOS
---------

Mi espíritu está con aquello que los clásicos hacen y con lo que los decadentes dicen.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Apéndice», AP9, p. 563


LECTURAS / ESTÉTICA
---------

Sólo una gran intuición puede servir de brújula en los descampados del alma

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Escritos de Pessoa relativos al “Libro del desasosiego”», «Del prefacio a las “Ficciones del interludio”», p. 571


FÁRMACOS
---------

En prosa es más difícil ser otro.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Escritos de Pessoa relativos al “Libro del desasosiego”», «Del prefacio a las “Ficciones del interludio”», p. 572


LECTURAS / ESTÉTICA
---------

La acción nos desorienta, en parte por incompetencia física, y más aún por inapetencia moral. Nos parece inmoral actuar

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Declaración de diferencia», p. 480


FÁRMACOS
---------

simpatizamos con el ocultismo, sobre todo porque suele expresarse de manera que muchos que leen, e incluso muchos que creen comprender, nada comprenden. Es soberanamente superior esa actitud misteriosa

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Declaración de diferencia», p. 480


FÁRMACOS
---------

Adoramos, a solas, el mal, no por ser mal, sino porque es más intenso y más fuerte que el Bien, y todo cuanto es intenso y fuerte atrae los nervios que debían ser de mujer.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Declaración de diferencia», p. 481


FÁRMACOS
AMOR
---------

Casi sin saberlo nos corroe una simpatía ancestral por la magia negra, por las formas prohibidas de la ciencia transcendente, por los Señores del Poder que se vendieron a la Condenación y a la Reencarnación degradada. Nuestros ojos de débiles y de inseguros se pierden, con un celo femenino, en la teoría de los grados invertidos, en los ritos inversos, en la curva siniestra de la jerarquía descendente. Satanás, sin que lo queramos, posee para nosotros una sugestión como de macho para hembra. La serpiente de la Inteligencia Material se nos enroscó en el corazón, como en el Caduceo simbólico del Dios que comunica ―Mercurio, señor de la comprensión.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Declaración de diferencia», pp. 480-481


FÁRMACOS
AMOR
---------

Y a veces, en mitad de la calle ―por fin sin que reparen en mí― me detengo, vacilo, busco algo así como una nueva dimensión, una puerta que dé al interior del espacio, al otro lado del espacio, donde sin pérdida de tiempo pueda huir de mi conciencia de los otros, de mi intuición demasiado objetivada de la realidad de las vivas almas ajenas.

Porque no os penséis que yo escribo para publicar, o para escribir, ni siquiera para hacer arte. Escribo porque ese es el fin, la perfección suprema, la perfección temperamentalmente ilógica, o de mi cultivo de estados de alma. Si cojo una sensación mía y la desmadejo hasta poder con ella tejerle la realidad interior a la que llamo La Floresta de la Enajenación o el Viaje Jamás Realizado, creedme que lo hago no para que la prosa suene lúcida y trémula, ni siquiera para gozar yo con mi prosa ―aunque eso también quiero, también ese primor final añado, como un hermoso caer de telón sobre mis decorados soñados― sino para que dé completa exterioridad a lo que es interior, para que de ese modo realice lo irrealizable, conjugue lo contradictorio y, haciendo del exterior sueño, le proporcione su máximo poder de puro sueño

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Diario al azar», p. 482


FÁRMACOS
REALIDAD
---------

Para quien hace del sueño su vida y del cultivo en invernadero de sus sensaciones una religión y una política, para ese, el primer paso, el que acusa en el alma que ya dio el primer paso, es el sentir las cosas mínimas como extraordinarias y desmedidas.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Educación sentimental», p. 482


FÁRMACOS
SUEÑO
---------

Para quien hace del sueño su vida y del cultivo en invernadero de sus sensaciones una religión y una política, para ese, el primer paso, el que acusa en el alma que ya dio el primer paso, es el sentir las cosas mínimas como extraordinarias y desmedidas.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Educación sentimental», p. 482


SENSUALISMO / SENSACIÓN
---------

Y a veces, en mitad de la calle ―por fin sin que reparen en mí― me detengo, vacilo, busco algo así como una nueva dimensión, una puerta que dé al interior del espacio, al otro lado del espacio, donde sin pérdida de tiempo pueda huir de mi conciencia de los otros, de mi intuición demasiado objetivada de la realidad de las vivas almas ajenas.

Porque no os penséis que yo escribo para publicar, o para escribir, ni siquiera para hacer arte. Escribo porque ese es el fin, la perfección suprema, la perfección temperamentalmente ilógica, o de mi cultivo de estados de alma. Si cojo una sensación mía y la desmadejo hasta poder con ella tejerle la realidad interior a la que llamo La Floresta de la Enajenación o el Viaje Jamás Realizado, creedme que lo hago no para que la prosa suene lúcida y trémula, ni siquiera para gozar yo con mi prosa ―aunque eso también quiero, también ese primor final añado, como un hermoso caer de telón sobre mis decorados soñados― sino para que dé completa exterioridad a lo que es interior, para que de ese modo realice lo irrealizable, conjugue lo contradictorio y, haciendo del exterior sueño, le proporcione su máximo poder de puro sueño

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Educación sentimental», pp. 489-490


LECTURAS / ESTÉTICA
SUEÑO
---------

Y a veces, en mitad de la calle ―por fin sin que reparen en mí― me detengo, vacilo, busco algo así como una nueva dimensión, una puerta que dé al interior del espacio, al otro lado del espacio, donde sin pérdida de tiempo pueda huir de mi conciencia de los otros, de mi intuición demasiado objetivada de la realidad de las vivas almas ajenas.

Porque no os penséis que yo escribo para publicar, o para escribir, ni siquiera para hacer arte. Escribo porque ese es el fin, la perfección suprema, la perfección temperamentalmente ilógica, o de mi cultivo de estados de alma. Si cojo una sensación mía y la desmadejo hasta poder con ella tejerle la realidad interior a la que llamo La Floresta de la Enajenación o el Viaje Jamás Realizado, creedme que lo hago no para que la prosa suene lúcida y trémula, ni siquiera para gozar yo con mi prosa ―aunque eso también quiero, también ese primor final añado, como un hermoso caer de telón sobre mis decorados soñados― sino para que dé completa exterioridad a lo que es interior, para que de ese modo realice lo irrealizable, conjugue lo contradictorio y, haciendo del exterior sueño, le proporcione su máximo poder de puro sueño

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Educación sentimental», pp. 489-490


FÁRMACOS
---------

Mi destino natural de contemplador indefinido y apasionado de las apariencias y de la manifestación de las cosasobjetivador de los sueños, amante visual de las formas y los aspectos de la naturaleza

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «El amante visual», p. 526


FÁRMACOS
SUEÑO
---------

Para mí la humanidad es un vasto motivo de decoración, que vivo por los ojos y por los oídos, y, además, por la emoción psicológica. Nada más quiero de la vida sino asistir a ella. Nada más quiero de mí sino el asistir a la vida.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «El amante visual», p. 527


FÁRMACOS
---------

Toda aproximación es un conflicto. El otro es siempre el obstáculo para quien busca. Sólo quien no busca es feliz; porque sólo quien no busca, encuentra, toda vez que quien no busca ya tiene, y ya tener, sea lo que fuere, es ser feliz, como no necesitar es la parte mejor de ser rico.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «El río de la posesión», pp. 528-529


FÁRMACOS
---------

Pertenezco a una generación ―o más bien a una parte de generación― que perdió todo el respeto por el pasado y toda la creencia o esperanza en el futuro. Vivimos por ello del presente con las ganas y el hambre de quien no tiene otra casa. Y, como es en nuestras sensaciones, y sobre todo en nuestros sueños, sensaciones inútiles y ligeras, donde encontramos un presente, que no recuerde ni al pasado ni al futuro, sonreímos a nuestra vida interior y nos desinteresamos con una soñolencia altiva de la realidad cuantitativa de las cosas.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «El sensacionista», p. 531


FÁRMACOS
REALIDAD
---------

Pulverización de la personalidad: no sé cuáles son mis ideas, ni mis sentimientos, ni mi carácter… Si siento una cosa, vagamente la siento en la persona visualizada de una criatura cualquiera que aparece en mí. Me sustituí por mis propios sueños.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Fórmula de bien soñar en los metafísicos», p. 496


FÁRMACOS
SUEÑO
---------

El arte de soñar es difícil porque es un arte de pasividad, donde lo que supone esfuerzo es la concentración de la falta de esfuerzo. El arte de dormir, si existiera, debería ser de forma parecida. Repara bien: el arte de soñar no es el arte de orientar los sueños. Orientar es actuar. El soñador auténtico se entrega a sí mismo, se deja poseer por mismo.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Fórmula de bien soñar», p. 494


FÁRMACOS
SUEÑO
---------

―Aplázalo todo.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Fórmula de bien soñar», p. 494


FÁRMACOS
---------

―Desprécialo todo, pero de manera que el despreciar no te moleste. No te juzgues superior por despreciar. El arte del desprecio noble está justamente en eso.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Fórmula de bien soñar», p. 495


FÁRMACOS
---------

―Vive tu vida. No seas vivido por ella. En la verdad y en el error, en el gozo y en el malestar, sé tu propio ser. Sólo podrás hacer eso soñando, porque tu vida real, tu vida humana es aquella que no es tuya, sino de los otros. Así, sustituirás la vida por el sueño y te preocuparás tan sólo de soñar con perfección. En todos tus actos de la vida real, desde el del nacimiento hasta el de la muerte, tú no actúas. Eres actuado; no vives; sólo eres vivido. Vuélvete, para los demás, una esfinge absurda. Enciérrate, pero sin golpear la puerta, en tu torre de marfil. Y tu torre de marfil eres mismo.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Fórmula de bien soñar», p. 495


FÁRMACOS
MUERTE
---------