Irma La Dulce (Irma la Douce)

Irma la Dulce contaba, detrás de la cámara, con la garantía de Billy Wilder, la mano de oro de la comedia americana. Fue ésta una leve incursión del genio de origen austríaco en el género musical con tono irónico y muchos dobles sentidos. Wilder dirigió a Jack Lemmon en el papel de un gendarme que, insatisfecho con lo que la vida le depara a diario, entabla una tierna relación con una prostituta, encarnada por una jovencísima Shirley MacLaine. Contra todo pronóstico, MacLaine se quedó sin Oscar, que fue a parar a manos de Patricia Neal por su interpretación en Hud. En aquella edición de los premios, la correspondiente a 1963, el director de una película italiana, Ocho y medio, Federico Fellini, se encontraba entre los nominados en la categoría de mejor director. Finalmente, la película de Fellini fue considerada la mejor de habla no inglesa y el Oscar a la mejor película fue para Tom Jones, del británico Tony Richardson.