FAUST

Jan Svankmajer ocupa un lugar excepcional en la cinematografía animada contemporánea. Considerado como un visionario, sus películas están marcadas por el surrealismo y una inclinación acentuada hacia todo lo absurdo. El director admite que no suele hacer diferencia entre los objetos sin vida y los seres humanos: “Con los artistas trabajo de la misma manera que con las marionetas. Lo decisivo para mí es que respondan exactamente a mi propia idea sobre la película?, afirmó el cineasta en una ocasión y lo testimonia esta película filosófica, Faust, en la que utiliza un método iconoclasta de animación de los cuerpos de carne y hueso que acaban adquiriendo la textura de un dibujo o un muñeco.