Finalmente me libera la muerte, a pesar de todo (Zuletzte befreit mich doch der tod)

Gwendolin, también conocida como Kay, es la invisible protagonista de este documental. Gwendolin se quita la vida el 20 de septiembre de 2001, a la edad de 25 años. Beate Middeke traza un retrato de su persona a través de entrevistas con personas allegadas y de inmersiones en sus notas personales. La película perfila la imagen ambivalente de una tragedia familiar.