UN VERANO CON MÓNICA

Una joven pareja se enamora, escapa de la ciudad y pasa el verano en el archipiélago de Estocolmo. Según la leyenda, este film supone su descubrimiento por parte de la crítica francesa. Con una escena polémica para su tiempo y un retrato humano de gran calidez, fue el primer papel importante de Harriet Andersson, amante y una de las actrices de siempre del maestro sueco.