En el centenario del edificio que alberga la sede del Círculo de Bellas Artes —proyectado por Antonio Palacios y concluido en 1926—, esta exposición propone un recorrido por el origen, el diseño y la construcción de una de las arquitecturas más emblemáticas de la Gran Vía madrileña. El edificio, convertido desde hace un siglo en un punto de referencia para la vida cultural de la ciudad, ha sido testigo directo de la transformación urbana, social y artística de Madrid, y continúa hoy como uno de sus iconos más reconocibles.

La muestra reúne una selección de documentos y materiales históricos procedentes del concurso convocado en 1919 para levantar la nueva sede del Círculo, entonces una joven institución con una intensa actividad cultural. Se presentan planos originales, dibujos preparatorios, fotografías de época y piezas inéditas que permiten reconstruir con precisión el proceso de concepción y ejecución del edificio. Estos materiales, muchos de ellos poco conocidos por el público, no solo arrojan luz sobre la complejidad técnica del proyecto, sino también sobre las aspiraciones estéticas y culturales que guiaron a Palacios y a la institución en aquellos años.

El recorrido expositivo se detiene en algunos de los aspectos más característicos del edificio: sus innovadoras soluciones espaciales y estructurales, la monumentalidad de sus volúmenes, y la cuidada integración de elementos ornamentales que definen su presencia urbana. El visitante podrá apreciar cómo Palacios combinó lenguajes de la arquitectura clásica con las nuevas corrientes metropolitanas de comienzos del siglo XX, y cómo su intervención contribuyó a consolidar la identidad de la Gran Vía como eje moderno de la ciudad.

La muestra ofrece una lectura del edificio, entendido no solo como patrimonio arquitectónico, sino como un espacio vivo que ha acompañado la evolución cultural del país. A lo largo de cien años, sus salones, salas de exposiciones, estudios, talleres y espacios de encuentro han acogido a generaciones de artistas, escritores, cineastas, pensadores y públicos diversos, convirtiéndolo en un lugar privilegiado para la creación y la experiencia cultural.

En su centenario, el edificio del Círculo se presenta así no solo como un referente arquitectónico, sino como un símbolo de modernidad, cultura y vida urbana en el corazón de Madrid. 

Créditos imagen: Registro de la construcción del edificio sede del Círculo de Bellas Artes.