«Me cago en Dios»: la sombra de la censura en el CBA

En 2004 con motivo del estreno de Me cago en Dios en el Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes, vivimos uno de los momentos más desagradables de la historia reciente de la entidad en relación a la censura y la libertad de creación artística. Un affaire que Juan Miguel Hernández León, presidente ayer y hoy del Círculo, recupera de la memoria en un momento en el que este debate, no solo sigue presente, sino que se ha amplificado con la difusión de las redes sociales y el acoso contra creadores artísticos por sus obras y opiniones.

La actualidad del tema es tal que el Círculo de Bellas Artes ha suscrito hace pocas semanas su adhesión a la European Alliance of Academies, una unión transnacional de instituciones y centros culturales de prestigio, que tiene como objetivo defender la libertad de creación artística en el continente y fuera de él, así como los valores fundacionales de la Vieja Europa, basados en la democracia, la igualdad, la justicia o la defensa de los Derechos Humanos.

Además, el CBA ha querido reflexionar en torno a la censura con #CensuradXs, que constó de una charla con la ilustradora Flavita Banana y de diversos encuentros relacionados dentro de uno de los días del Congreso Libertad, Arte y Cultura, donde precisamente se presentó este vídeo.

Esta videoentrevista en la que Juan Miguel Hernández León nos retrotrae en el tiempo, sirve para distinguir varias formas de censura: de una parte, la censura política, a través de la amenaza con la retirada de ayudas económicas a la entidad; de otra, la censura del propio público, dado que algunos energúmenos llegaron a agredir a los autores de la obra al grito de ¡Viva Cristo Rey!; y finalmente, de parte de algunas entidades sociales que denunciaron la obra por ofensa contra los sentimientos religiosos. Pese a todo, ninguna denuncia prosperó y esta obra se siguió representando.

Sobre Me cago en Dios

Esta obra teatral fue creada por Íñigo Ramírez de Haro, a la postre cuñado de Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid cuando se produjo el intento de censura, y también fue llevada a diversos países como Portugal, Francia, México o Estados Unidos. Allí, por ejemplo, fue estrenada en Nueva York como We Couldn’t Call it What We Wanted to Call it, so We Called it Holy Crap (No pudimos llamarla como queríamos, así que le pusimos Santa Mierda). En el libreto de mano podemos leer: «¡Compra Dios, caga más blando! (Abstenerse diarréicos). Este espectáculo está dedicado a las VÍCTIMAS de todas las religiones.»

Cabe destacar que en febrero de 2020 el actor Willy Toledo fue absuelto del delito contra los sentimientos religiosos por utilizar la misma expresión.

En el Círculo de Bellas Artes hemos reflexionado en multitud de ocasiones sobre la censura y la autocensura y sus diversos tipos. Algunos ejemplos en relación al intento de coartar la libertad de creación artística los podemos encontrar en charlas como la que ofreció Jorge Herralde sobre el hostigamiento censor de las instituciones franquistas y de los radicales, que llegaron a quemar sus almacenes.

También, recientemente pudimos disfrutar de la exposición de Antonio Saura, Mentira y sueño de Franco, que es un buen ejemplo de lo que supone la autocensura, ya que la serie de dibujos satíricos con tintes rebeldes, nunca vio la luz durante el franquismo por el temor a las represalias, de hecho, llegó a exponerse de casualidad una vez que su hija la encontró envuelta y clasificada en un armario. Por cierto, que esta maravillosa exposición aún la puedes visitar de forma virtual online y en 3D en nuestra web.