Geometrías del pensamiento: ciudades, templos, palacios

“Los espacios que nosotros recorremos cotidianamente están espaciados por lugares; su esencia se fundamenta en cosas del tipo de las construcciones. Si prestamos atención a estas relaciones entre lugar y espacios, entre los espacios y el espacio, entonces ganamos un punto de apoyo para meditar la relación entre el hombre y el espacio” (Martin Heidegger). Los Archivos del Planeta intentaban preservar la imagen de ese tipo de signos. Era urgente proteger la abundante información que contienen sobre el modo en que la humanidad se asienta en la Tierra. La idea principal, en palabras del propio Albert Kahn, era la de “fijar de una vez por todas los aspectos, las prácticas y los modos de la actividad humana cuya desaparición total no es más que una cuestión de tiempo”. En este sentido, puede notarse una mirada claramente elegiaca en todo el dispositivo de los archivos. Por otro lado, la geografía humana, tal y como Kahn y Brunhes la entendían, estaba interesada en la dinámica entre el hombre y su entorno, en las actividades que le permitían habitar y transformar el espacio. Desde este punto de vista, se afirmaba básicamente como una ciencia de lo visible, esto es: sustentada en el trabajo de la imagen. Una práctica que le concedía al registro del espacio concreto una importancia sustancial. La fotografía no era únicamente una forma de difundir el conocimiento académico sino la práctica, más directa y precisa, de refrendar lo real específico: la mejor forma de traducir en imágenes el trabajo de observación directa sobre el terreno. Sobre todo en un estado del mundo donde, gracias a la técnica, el propio mundo ha podido ya ser reducido a imágenes. Los Archivos del Planeta han de ser pensados también bajo esta perspectiva.

 

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