Viaje al fin de la noche: guerras y conflictos

Desde el inicio de sus campañas fotográficas y cinematográficas en 1909, y hasta el momento en que se produjo el último de los viajes en busca de imágenes, en 1931, fueron muchos los conflictos bélicos documentados por los operadores del proyecto. La principal referencia a este respecto es la Primera Guerra Mundial, contienda en la que Albert Kahn puso su proyecto al servicio de la nación francesa. Pero estos archivos también permiten ilustrar conflictos acaecidos entre Rusia y Japón, Italia y Turquía, o muchas otras batallas, revueltas y guerras civiles que tuvieron lugar durante las primeras décadas del siglo pasado. La guerra es también un hecho, al fin y al cabo, derivado de la actividad humana. Sus consecuencias fueron registradas por los archivos para su estudio, para la reflexión, la denuncia… o para exacerbar el sentimiento patriótico, así como la propaganda. En este sentido, una de las cuestiones más interesantes que el análisis de los archivos nos plantea es la de los porosos límites entre el documento y el artificio. La existencia, por ejemplo, de una situación política colonial pone en duda toda neutralidad de principio, hasta el punto de que la frontera entre puesta en escena y propaganda, en algunos casos como los de los desfiles de tropas o similares, se ha vuelto inexistente. Esta posición ambigua atraviesa el conjunto de los archivos, sobre todo si lo consideramos en el contexto de la difusión.

 

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