Primera retrospectiva española de María Aparicio (Córdoba, Argentina, 1992), una de las cineastas contemporáneas más relevantes, con numerosos premios y reconocimientos en festivales internacionales, presentada por el crítico cinematográfico Roger Koza, con la presencia de María Aparicio, Eva Bianco (actriz) y Ramiro Sonzini (montador de Las cosas indefinidas, cineasta y crítico).

“María Aparicio realiza ‘ficciones documentales’ que parecen más concentradas sobre la evolución de los personajes en el espacio, la luz y la opacidad de los estados anímicos que sobre la acción o sobre el guion. Sus películas registran y acompañan procesos históricos a veces minúsculos, que son otros tantos actos de fe. Las calles (2016), rodado en la Patagonia, lejos de su ciudad natal, procede a través del reenactment (tres actores profesionales se integran a los verdaderos protagonistas) de la atribución de nombres a las calles anónimas de una ciudad, vinculando la puesta en escena al registro de un relato oral. Las imágenes de la clase obrera de principios del siglo XX vuelven a la superficie en Buscar trabajo, donde se ponen en diálogo los rollos de nitrato conservados en el museo del cine de Buenos Aires con un texto fundador que está en el origen de la ley de trabajo, Informe sobre el estado de las obreras argentinas de Juan Bialet Masse (1904). Sobre las nubes y Las cosas indefinidas son dos películas de duelo y de reconciliación con una vida luminosa posible en medio del marasmo actual, y con el cine (es decir, con los otros).” (Lucía Salas, Cahiers du cinéma, marzo de 2024).

“Toda película tiene un estado de ánimo. El de Las cosas indefinidas está teñido por un segundo acto de montaje que ya no es del cine, sino del alma. Los muertos no tienen imágenes, por eso es tan laborioso atravesar un duelo. Lo ausente tiene que introducirse en el recuerdo, devenir en metabolismo de la memoria. En ese sentido, el duelo es una operación de montaje por la cual se acepta paulatinamente un punto ciego en el encadenamiento de los recuerdos.” (Roger Koza, La Voz del Interior, mayo de 2024)