Jonathan Shields es un productor de cine de Hollywood, cuya carrera cinematográfica se encuentra en declive. Para intentar relanzarla, pide ayuda al guionista James Lee Bartlow, a la actriz Georgia Lorrison y al director Fred Amiel, pero éstos se niegan a reunirse con él. Le echan en cara que fue un hombre sin escrúpulos que intentó alcanzar el éxito sin pensar en las personas a las que traicionaba.