Cine político enmascarado en una cinta histórica que, de una forma alegórica, revela la intensificación de la violencia en Japón durante los años sesenta, cuando emergen las revueltas estudiantiles en protesta contra la injusticia de los poderes sociales. En el cine de la época, esta revuelta ideológica toma forma en el movimiento Nuberu Bagu, la nueva ola japonesa, que como su inspiradora europea, propone una ruptura formal y una innovación estilística de la que es claro ejemplo este film.