DIOS SALVE A LA REINA

Julien Temple era un alumno de la escuela de cine la primera vez que vio al grupo punk Sex Pistols. Entonces, decidió seguir las andanzas del grupo con su cámara. El resultado (Dios salve a la reina) no satisfizo ni al grupo ni al propio Temple, ya que la voz de Malcolm MacLaren, el primer manager del grupo, distorsionaba la imagen de los Pistols. En 2000, Julien Temple decidió saldar cuentas y desempolvar las más de veinte horas de material rodado, en su mayoría inédito, haciendo su segundo trabajo sobre la banda, The filth and the fury.