DUERME, DUERME, MI AMOR

Harto de soportar la interminable crisis histérica en la que vive sumida su mujer, un buen día un hombre toma la decisión de dormirla con un potente somnífero y mantenerla en este estado de letargo el resto de su vida. Esta nueva situación le permite conocer a su atractiva vecina, con la que intenta establecer una relación. Particularísimo ejemplo del radical humor negro de Francisco Regueiro.