Los hechos acontecen en Londres, después de la guerra. Una pareja con un bebé encuentra una vivienda en el número 10 de Rillington Place. Aunque se trata de un precioso edificio, el inquilino del piso de abajo, John Reginald, resulta cuanto menos inquietante. Ambos desconocen su pasado como asesino de mujeres y necrófilo.