FITZCARRALDO

Selva peruana, finales del siglo XIX. Fitzcarraldo, antihéroe, melómano y soñador poco diestro en los negocios, desea construir un edificio para interpretar ópera en la jungla del país sudamericano. Herzog vuelve a abordar los sinsabores de un personaje al límite: Fitzcarraldo simboliza la eterna lucha entre el hombre y la naturaleza.