La costa de Uruguay vio nacer la semilla del proyecto. Dolores Aguirre y Julia Ortiz, las voces de Perotá Chingó, se propusieron recorrer este litoral y sufragar los gastos con su música. La experiencia fue enormemente positiva y recibieron un potente feedback. Ambas habían pertenecido previamente a otros proyectos musicales pero nunca habían compartido partituras. A ellas, se sumaron el guitarrista uruguayo Diego Cotelo y el percusionista brasileño Martín Dacosta. El resultado, una lírica cargada de carisma y despojo, y, en lo musical, un compendio de estilos entre los que brillan la tradición latinoamericana, la sonoridad reggae o la samba.

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