Saxofonista, compositor, arreglista y cantaor, Antonio Lizana presenta su quinto trabajo discográfico, Vishuddha, donde conecta toda su alegría musical a una espiritualidad atravesada por la esperanza de que un mundo mejor es posible. El proyecto viene de triunfar en una extensa gira europea donde, a su paso por Francia, ha sido objeto de la portada de la revista francesa Jazz News.

 

Al otro lado del gran charco, Lizana cuenta con igual predicamento en EE. UU., la cuna del jazz, donde por ejemplo fue invitado a participar en las famosas sesiones Tiny Desk de la emisora radiofónica NPR y donde dispone de padrinos tan especiales como Arturo O’Farrill, en cuyo último disco a big band fue invitado. Su pasaporte tiene ya decenas de sellos estampados, pero no deja de buscar la cercanía de la emoción sin peajes. Aquí en nuestro país, por su parte, el gaditano viene hace tiempo reivindicándose como uno de los grandes renovadores del flamenco, a partir de su conocimiento jazzístico.

 

No siente vértigo ante públicos ortodoxos, pues su pálpito creativo no le pierde nunca el respeto a la tradición, la base de su trabajo. Por eso se le entiende allá donde va y, como se ha sugerido, sus giras incluyen decenas de países y años donde ha llegado a realizar 500 actuaciones. El aplauso hoy queda garantizado, máxime cuando acude con el que viene siendo su grupo habitual en concierto, donde la magia se democratiza.