Virginia Woolf y Sarah Kane son dos referentes indispensables de la mirada femenina sobre la escena, cuyo destino, al igual que el de muchas otras, fue afirmar su presencia en un espacio ocupado por la tradición patriarcal.

Entre la locura y la lucidez transcurren estos dos montajes inspirados en historias de mujeres que han sabido cargar ?con el enorme fardo de lo inexpresado?: que se revelan afirmándose en Rojo, pálido y puntiagudo, o que han dejado paso a la fractura en Psicosis a las 4:48, esa hora fatídica en que el medicamento ha dejado de actuar y sobreviene la insoportable lucidez.

programa
30.11.14
Rojo, pálido y puntiagudo
Un viaje que parte del mundo interior de Virginia Woolf, con paradas en Una habitación propia y Orlando, y que recorre el inabarcable terreno de lo femenino, del que emergen otras mujeres como Camile Claudel o Marilyn Monroe. En Rojo, pálido y puntiagudo se narran historias de mujeres que se cruzan entre la locura y la lucidez, ?con el enorme fardo de lo inexpresado?, como diría Virginia, y en las que el tiempo nunca transcurre de forma lineal, sino que deviene a saltos, en un intento de seguir el a veces caprichoso transcurrir del pensamiento.
género: teatro físico · duración: 30′ · dirección: Evelin Viamonte Borges · texto: extracto de Orlando, de Virginia Woolf

Psicosis a las 4:48
?Me he vuelto tan desesperada al pensar en mi mortalidad que he decidido suicidarme?. ?Yo no estoy aquí y nunca estuve?. Sarah Kane se suicidó al terminar de escribir este texto. De manera autobiográfica, nos muestra el dilema de la existencia del ser, y cómo cuerpo y alma se disgregan en la unidad. Esta versión profundiza en eso mismo, en la necesidad imperiosa del alma de escapar de un cuerpo demasiado diminuto para ella.
género: teatro físico · duración: 40′ · dirección: Javier Otero · texto: Sarah Kane

tarifa reducida
Se aplicará un 50% de descuento sobre el precio general a toda la comunidad universitaria de la URJC y a todos los estudiantes de otros centros. En todos los casos, será necesario presentar en la taquilla del CBA el carnet acreditativo.