Escenas continuas de un soliloquio que se van asomando a ras de suelo, hecho de tierra y de poemas, que van asentando los silencios de un texto que ensaya llenar esos espacios con palabras. Estaciones de un ser a otro que dialoga consigo mismo, un sujeto poético que se fragmenta, a la vez que habla. Un texto continuo abre y cierra, anunciando así un devenir de lo irreversible, aquello que no será legible a primera mirada. Estos son solo algunos de los escenarios por los que merodea Soliloquio soterrado.

Al leer, imitamos a quien excava; al ir desentrañando y desenredando los textos de la poeta Izaskun Gracia Quintana observamos imágenes algo oníricas, pero sin embargo orgánicas, las que se cuelgan del paisaje y de la lengua, de un habitar extrañado, pandémico. Este libro posee una progresión que captura y nos hace pasar sus páginas como si posáramos la vista sobre un paisaje, en un viaje a velocidades diversas, un poema que deviene una narrativa, de la que florecen ruinas, y alguna que otra luz de entre la oscuridad.

Participan Izaskun Gracia Quintana (autora) y Sarah Martín (poeta).