Pronto se cumplirán 50 años desde que el cirujano de oído William House y el ingeniero de la NASA Jack Urban realizaron el primer implante coclear para devolver la audición a una persona con sordera profunda. En España los implantes cocleares se empezaron a popularizar en la década de 1980 y actualmente son una solución segura y eficaz para la falta de audición. A diferencia de otras células del organismo, las del oído no se regeneran, por lo que el tratamiento de la sordera profunda se basa fundamentalmente en los implantes cocleares, dispositivos implantados quirúrgicamente que consiguen transformar la energía sonora en impulsos eléctricos transmitidos directamente al nervio auditivo. En los casos en los que no hay nervio auditivo, la estimulación se realiza en el tronco cerebral. Del mismo modo que en el caso de los implantes auditivos, las intervenciones quirúrgicas para paliar distintas deficiencias se han multiplicado en los últimos años.