José Ángel Valente

José Ángel Valente (Ourense, 1929/Ginebra 2000) fue uno de los escritores españoles más importantes de la literatura de posguerra.
Vivió su infancia y su adolescencia en Galicia, en cuya Universidad comenzó a estudiar Derecho, trasladándose posteriormente a Madrid, donde se licenció en Filología Románica en 1954 con premio extraordinario.
Su trayectoria poética castellana es sobradamente conocida por el lugar central que ocupa en la literatura española de posguerra y por su progresiva apertura a la más avanzada modernidad europea. Así lo atestiguan libro como A modo de esperanza (1955), Poemas a Lázaro (1960), La memoria y los signos (1966), Siete representaciones (1967), Breve son (1968), Presentación y memorial para un monumento (1970), El inocente (1970), Treinta y siete fragmentos (1972), El fin de la edad de plata (1973), Interior con figuras (1976), Material memoria (1978), Tres lecciones de tinieblas (1980), Estancias (1981), Tránsito (1982), Mandorla (1982), El fulgor (1984), Nueve poemas (1986), Al dios del lugar (1989), No amanece el cantor (1992, premio Nacional de Poesía) y Fragmentos de un libro fututo (2000).
Cultivador de la más rigurosa prosa poética y narrativa, su primera obra de este género, Número trece (1971), fue secuestrada por la censura franquista y le ocasionó un auto de procesamiento, pero pudo ser parcialmente reunida en El fin de la Edad de Plata (1973), ciclo complementado más adelante con Nueve enunciaciones (1982).
El reconocimiento crítico de la obra en verso y en prosa de José Ángel Valente fue inmediato y perdurable, aunque no siempre estuvo a la altura de su calidad literaria. Su primer libro, A modo de esperanza, obtuvo el Premio Adonais, mientras que el segundo, Poemas a Lázaro , recibió el Premio de la Crítica , galardón que volvería a obtener en 1980 con Tres lecciones de tinieblas . Ocho años más tarde recibiría el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
La poesía de José Ángel Valente, muy personal e independiente, suele inscribirse dentro del llamado grupo poético de los años cincuenta o generación del medio siglo. Sin embargo, el permanente alejamiento físico e intelectual del poeta, la renovadora originalidad de su obra y la deliberada desconexión de uno y otra con respecto a dicha "generación", hacen de José Ángel Valente un autor único y singular, ajeno a toda escuela y a cualquier tendencia preestablecida. En todo caso se suele asociar a Valente con el grupo de poetas que supieron diferenciarse en su práctica literaria de la poesía realista de sus precursores sin prescindir del compromiso ético de aquellos, acentuando además la batalla por un lenguaje específicamente literario.