LA LEY DE LA CALLE

?La ley de la calle, está claro, es la historia de una desilusión. Encarnado, el ideal decepciona. Idolatradas, las estrellas de cine caen. Todo esto es normal. Un cineasta que se plantea los poderes de la ilusión en el cine necesita creer que el mundo (el mundo de verdad) es, ya, una ilusión. Que está hecho de apariencias, de guiños del cielo y de falsas evidencias de la tierra. El mundo, en el fondo, casi no existe. El cineasta tritura su materia sólo para recuperar un poco de su alma.?