SIMÓN DEL DESIERTO

Durante más de seis años, el anacoreta Simón se ha mantenido de pie sobre la misma columna hasta que, un buen día, un rico devoto le obsequia con una mejor. Milagrosamente, Simón devuelve las manos a un mutilado y, por varios días, continúa en penitencia mientras se le aparece el diablo, que trata de tentarlo encarnado en una atractiva mujer. Finalmente, el diablo se lleva al estilita a un cabaret neoyorquino y le obliga a permanecer allí.