una historia del nacimiento de la modernidad cinematográfica

Una historia, que no “historia” a secas, sin artículo, pues la llegada de la modernidad al lenguaje cinematográfico sigue unas sendas no lineales y, como tal, la narración puede realizarse desde varios puntos de vista diferentes y a través de multitud de películas. Ésta es uno de ellos.

2014.11. Resnais, Alain - El año pasado en Marienbad - estatuas 2

El ciclo Una historia de la modernidad cinematográfica que comienza en el Cine Estudio es, por lo tanto, un punto de vista sobre los cambios que tuvieron lugar en la narrativa cinematográfica tras la conclusión de la II Guerra Mundial. Unos cambios que iban a modificar para siempre la forma de realizar, contemplar y reflexionar el cine. Con el final de la contienda una nueva generación de directores, guionistas y espectadores buscan en el cine un punto de reflexión que reflejara desde un prisma diferente los cambios sociales, los avances tecnológicos y científicos, la nueva conciencia que ha creado el fin de la guerra. Para ellos, los cauces tradicionales de la narrativa cinematográfica no son suficientes para recoger esta nueva sociedad. El resto de disciplinas artísticas (la literatura, las artes plásticas, la música) han sufrido esta renovación en la década de los veinte, con la llegada de las vanguardias posteriores a la I Guerra Mundial, pero no es sino hasta este momento cuando esta nueva conciencia llega a la pantalla. La idea de una historia única, narrativa, donde el montaje ayude a la comprensión lineal de las películas comienza a resultar escasa para representar esta nueva sociedad. Los valores miméticos dejan de ser inevitables, la fragmentación comienza a ser concebible también en el mundo del cine, la forma y el contenido ya no tienen por qué ser dos elementos comunes, la estructura lógica pasa a ser sólo una opción entre otras posibles, la psicología comienza a alcanzar la relevancia de la narración. La modernidad no será un modelo que se impone sobre las formas clásicas, sino una nueva manera de narrar y escribir la imagen que coexiste con ellas. A lo largo de la década de los 50 el cine madura este nuevo concepto y da lugar a una larga lista de películas que modificarán para siempre la narrativa cinematográfica.

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ciclo: ópera prima

Arrancó la semana pasada en el Cine Estudio un nuevo ciclo, Ópera prima, que incluye nombres de realizadores tan sugerentes como Martin Scorsese, Roman Polanski o Michelangelo Antonioni. La muestra profundiza en la búsqueda de los primeros largometrajes de grandes cineastas del panorama europeo y norteamericano para localizar en ellos los rasgos de autoría que los realizadores seleccionados desarrollarían posteriormente a lo largo de su filmografía.

El ciclo incluye tres cintas de grandes realizadores del cine europeo, Mario Monicelli, Michelangelo Antonioni y Roman Polanski. Totó busca piso, una de las mejores películas del cómico napolitano Totò, es la primera cinta de Mario Monicelli, en la que establece relación con tres figuras claves para su carrera: el director Steno, con quien dirigiría sus primera cintas, y los guionistas Age y Scarpelli, con los que colaboraría durante el resto de su carrera. Crónica de un amor es el debut en la realización del cineasta Michelangelo Antonioni, un gran ejemplo del cine reflexivo con la belleza sin igual del arte visual del director italiano. El cuchillo en el agua, que marca el inicio de la carrera de Roman Polanski, supone una muestra de la pujanza del nuevo cine polaco y muestra ya la notable influencia que tendrían Rossellini y Hitchcock en la carrera del realizador. El cine norteamericano está representado en el ciclo con cuatro películas de otros tantos realizadores. La noche del cazador es la primera (y única) película dirigida por el actor Charles Laughton, que da a Robert Mitchum uno de sus más memorables personajes en una cinta que contó con una pésima acogida en su estreno pero que con el paso de los años se asentaría como una de las más grandes películas del cine americano. ¿Quién llama a mi puerta? es el debut en la realización de Martin Scorsese, una película ambientada en la comunidad italioamericana que marca claramente todas las líneas que el director desarrollaría a lo largo de su carrera. Sangre fácil es el sorprendente nacimiento de unos de los cineastas más singulares de los Estado Unidos, los hermanos Coen, una cinta que se inserta en la mejor tradición del cine negro estadounidense convertida en clásico desde el mismo momento de su estreno. El terror es la primera película “fantasma” de Francis Ford Coppola: pese a ser él quien realizó el rodaje, sería el productor especializado en cine género de serie B Roger Corman quien concluyera el montaje final y firmara la película, una cinta marcada por su habitual tono gótico en una historia de terror interpretada por Jack Nicholson y Boris Karloff. La cinta más reciente del ciclo es Sexo, mentiras y cintas de video, primer largometraje de Steven Soderbergh que se adentra en una ambiciosa reflexión sobre la realidad y sus representaciones.

Ópera prima propone, por lo tanto, un viaje cinematográfico hacia películas de culto que muestran una factura tan sólida como muchas de las películas que posteriormente desarrollarían sus creadores. Un viaje por películas de referencia que esperemos disfrutéis tanto como nosotros.

Consultad aquí el calendario completo de proyecciones.

Nuevo ciclo de cine Opera Prima Antonioni, Coppola, Scorsese, Monicelli,L aughton, Polanski, Soderberg, Cohen
Michelangelo Antonioni