Todos somos contingentes, pero tú eras necesario

El Círculo de Bellas Artes llora el fallecimiento de José Luis Cuerda, vocal de su junta directiva y uno de sus ilustres socios desde el 20 de octubre de 1983. Cuerda ha sido seguramente uno de los referentes de la comedia costumbrista surreal y del humor absurdo, lindando en ocasiones con el esperpento, que ha dado el cine español. Pero para el Círculo significó mucho más. En momentos de dificultades siempre ha estado dispuesto a apoyarlo, dando la cara por él, participando en campañas o aportando su sabiduría en distintos encuentros para la Escuela SUR, en entrevistas para la revista Minerva o en reuniones improvisadas ante cualquiera que quisiera pasar un rato con él. Ha sido uno de nuestros grandes embajadores.

Solía decir que al Círculo de Bellas Artes le debía todo porque su padre ganó aquí jugando a los naipes la casa en el Paseo de la Habana a la que se mudaron desde Albacete. Pero nosotros le debemos mucho más por toda la simpatía, cariño y generosidad que siempre nos ha brindado.

Hacía un tiempo que no se le veía por esa Pecera del Círculo que solía frecuentar y en la que lo podías ver comiendo o tomando un café en compañía de amigos. Su aspecto tranquilo, de mirada plácida, no anticipaba lo gran orador que era, algo que acompañaba siempre con ímpetu y un lenguaje gestual jovial muy característico. La cabeza le funcionaba como un reloj suizo y la boca no descansaba un momento a la hora de contar mil y una anécdotas y conversaciones de su vida o de sus películas. Difícilmente se le gastaban las palabras para hablar al mismo tiempo de Luis García Berlanga, Rafael Azcona o Fernando Fernán Gómez, como de Alejandro Amenábar, Mateo Gil o David Trueba. Fue una especie de eslabón intergeneracional capaz de congregar a su alrededor una compañía de todas las edades. Si no, que les pregunten a Edu Galán, Andreu Buenafuente, Berto Romero y Arturo Valls, que produjeron su última película Tiempo después desde la admiración y la amistad absolutas.

Precisamente la novela homónima en la que se basó esta película fue el punto de partida de la entrevista que le encargamos a Edu Galán con José Luis Cuerda para la revista Minerva. Por entonces Galán ya introducía esta novela dentro de la que denominó como «cuatrilogía albaceteña». Esta partía con Total, seguía con Amanece que no es poco y con Así en el cielo como en la tierra, y se cerraba con Tiempo después, cuya materialización en cine aún no era ni un proyecto concreto en el momento de hacer aquella entrevista.

Cuarenta años más tarde, al bendito José Luis Cuerda no se le puede colocar en una generación determinada. Cuerda tiene una extraña virtud, solo al alcance de unos pocos cineastas y de nuestro Señor Jesucristo: que su filmografía cómica sea él. Que, al abrir la boca, casi todo lo que dice José Luis pueda ser cine, su cine.

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El cine esperpéntico que le hubiera gustado ver a Valle-Inclán

El Cine Estudio del CBA inicia este jueves 16 de marzo de 2017 el ciclo Valle-Inclán y el cine con seis películas —dos en la misma sesión— que podríamos calificar de esperpénticas y que estamos seguros de que este genio de nuestras letras habría disfrutado como el que más. De hecho, la relación entre Valle y el cine, no viene solo por los paralelismos temáticos de algunas películas con su obra, sino porque además el escritor gallego era un gran aficionado al séptimo arte.

   

En la mesa redonda de apertura del Incentenario Valle-Inclán (#IncentenarioValle), el director de cine José Luis García Sánchez expuso que Valle era un gran aficionado al séptimo arte y que, por ejemplo, estaba fascinado por El Acorazado Potemkin de Eisenstein. Pensar en Valle escribiendo para el cine en plena etapa franquista o en nuestros días es, sin duda, muy sugerente, pero por desgracia las cosas no se dieron así. A Valle le pilló esto del cine ya mayor y cuando aún no tenía el desarrollo ni la repercusión que tuvo después de su muerte, pero al menos sí le dio tiempo a hacer sus pinitos en la película La malcasada de Francisco Gómez Hidalgo, en la que el escritor y dramaturgo hace de sí mismo junto a la actriz María Banquer, posando para un cuadro en el estudio de Julio Romero de Torres.

La segunda acepción de la palabra esperpento en el diccionario de la RAE lo deja claro: «concepción literaria creada por Ramón M.ª del Valle-Inclán hacia 1920, en la que se deforma la realidad acentuando sus rasgos grotescos».

Aunque no queda claro que podamos hablar de un género esperpéntico como tal y que no haya una traducción similar en otro idioma —quizás grotesco es lo más parecido—, sí que el CBA ha querido proponer una selección de películas pensando en que quizás le hubieran gustado a él y que, sin duda, se ajustan de alguna manera a su significado.

Ojos verdes

Basilio Martín Patino hizo siete fakes documentales con Andalucía: un siglo de fascinación. De ellos Ojos verdes es la rescatada para el ciclo de Cine Estudio. Podemos hacernos una idea de las intenciones de Patino por la respuesta a una pregunta relacionada con estos falsos documentales en una entrevista concedida a la revista Minerva.

«¿Qué hemos hecho siempre en el cine sino simular realidades, eso sí, aprisionados con las más empalagosas escrupulosidades artísticas? ¿Dónde están los límites pudorosos del respeto a nunca he sabido qué reglas del juego? ¿Cuál es la Biblia del arte cinematográfico? ¿Y por qué no filmar yo mismo esas materias primas, a mi aire? A estas alturas, ¿a quién vamos a engañar? Perdónenme de nuevo los historiadores especialistas. Con todos mis respetos más sinceros, decidirme por este nuevo juego amplió mis perspectivas y mi horizonte. A partir de ahí las huellas las recompondré yo, sin otras limitaciones que las que encuentre en mi invitación a la complicidad con el espectador, mi otro yo al que me dirijo. Pero con voz y metodología propia, de primera mano».

Una carta de presentación genial para venir a verla y seguir los pasos del marqués de Almodóvar, sus festejos folclóricos organizados a Franco y conocer sus fetiches y recuerdos.

 

Amanece, que no es poco

¿Qué puedo decir de ella que no se haya dicho ya? Todos somos contingentes, pero sin duda José Luis Cuerda es necesario. Merece la pena ver esta película una y mil veces porque está llena de detalles increíbles. Y si encima lo haces sabiendo que, por ejemplo, muchas cosas salieron mal, pero como reconoce Cuerda, a la gente le da igual porque «en este tipo de películas si las cosas no están bien, parecen hechas adrede» (Minerva 24, Esta gente se va a empeñar en que escriba comedias. Entrevista, 2015). Una de las anécdotas más curiosas que cuenta Cuerda es que en la escena de Ngé Ndomo con las cabras, éstas estaban congeladas y con los focos, la extensión del rodaje y tal, se fueron descongelando y como confirma el director manchego…

«las cabras aparecen con la barriga por el suelo con unos palos puestos que sobresalen por el espinazo, ¡algo lastimoso!»  

 

Pajaritos y pajarracos (Uccellacci e uccellini) + Che cosa sono le nuvole?

Esta doble sesión de Pier Paolo Pasolini nos introduce, en primer lugar, en las conversaciones trascendentales de un agricultor y su hijo con un cuervo que habla; y, en segundo, en las interpretaciones de dos marionetas que cobran vida del Otelo de Shakespeare. Ya lo decía el mismo Pasolini de sí mismo.

«Hablando genéricamente (y dando confianza al lector), se podría decir que Pasolini ama la realidad pero, hablando de nuevo genéricamente, quizá se podría decir también que Pasolini no ama –con un amor igualmente completo y profundo– la verdad ya que, como él dice, “el amor por la verdad acaba destruyéndolo todo, porque no hay nada verdadero”». (Cita incluída en Pasolini reseña a Pasolini, texto del dossier dedicado al autor en la revista Minerva 1).

 

El ciclo se completa con dos películas más, bien distintas: Esperpentos de José Luis García Sánchez con una de las últimas interpretaciones de Juan Luis Galiardo y la legendaria e inquietante La parada de los monstruos (Freaks) de Tod Browning.

 

Ciclo Valle-Inclán y el cine

  • Cine Estudio del CBA (c/ Marqués de Casa Riera, 4).
  • 16 de marzo al 31 de marzo  
  • ¡Puedes ver el ciclo entero por 18€!
  • Precios: 5’5€ gral. 4€ reducida. 18€ abono de 5 pases en taquilla.